Las ideas delirantes son relativamente frecuentes en los ancianos (alrededor de un 10% de ellos). Estas ideas, o mejor experiencias delirantes por su fenomenología particular, se asocian con diferentes diagnósticos: demencia en su mayor parte, pero también depresión, delirium, causas médicas, trastornos bipolares, intoxicaciones farmacológicas, trastornos delirantes crónicos, esquizofrenias y trastornos esquizoafectivos. Los procesos psicológicos y fisiopatológicos que favorecen el desarrollo de este tipo de sintomatología psicótica en los ancianos son todavía desconocidos. De hecho existen numerosas teorías, basadas en los factores asociados al desarrollo delirante, que aportan diversos modelos teóricos para intentar comprender esta vulnerabilidad delirante en los ancianos: el deterioro cognoscitivo, las alteraciones sensoriales, las dificultades en los razonamientos complejos, las alteraciones funcionales y estructurales cerebrales; pero también las experiencias subjetivas intensas y con mayor significado, los rasgos previos de personalidad (y la personalidad premórbida), el aislamiento y la soledad... Con este trabajo queremos aportar modelos integradores que permitan aproximar las teorías psicológicas (y psicodinámicas), con los factores neurobiológicos y las terorías cognitivas de la mente; con el fin de explicar esta facilidad delirante en las personas mayores.