Avances en Salud Mental Relacional / Advances in Relational Mental Health
ISSN 1579-3516 - Vol. 10 - Núm. 2 - Octubre 2011
Órgano Oficial de expresión de la Fundación OMIE
Revista Internacional On-Line / An International On-Line Journal
LA PINTURA COMO COMUNICACIÓN: DE NIÑOS A PACIENTES
MENTALES
Itxaso Zubia (artista plástica. Amsa. Bilbao)
itxasozubia@auskalnet.net
RESUMEN
La autora expone su experiencia en el trabajo terapéutico que realiza en la Unidad de Día AMSA
(Avances Médicos, S.A.) de Bilbao. Para era El Arte Terapia es una ruta alternativa a otro tipo terapias.
Se convierte en otro camino para conocernos a nosotros mismos, a nuestro yo más íntimo. Describe
algunas técnicas extraidas en su experiencia prolongada actividades artísticas con niños que le han sido
útiles con los pacientes mentales, además de las más clásicas descritas en este campo.
Palabras clave: Terapia por el Arte. Grupos artísticos.
SUMMARY
The author gives her experience in the therapeutic work performed in Bilbao's AMSA Day Unit (Avances
Médicos, S.A.) de Bilbao. For her, Art Therapy is an alternative route to other therapy types. It becomes
another way to get to know ourselves, our most intimate selves. She describes some techniques from
her extensive experience in artistic activities with children which have been useful with the mental
patients, as well as the most classical ones described in this field.
Key words: Art Therapy. Artistics Groups.
© 2011 CORE Academic, Instituto de Psicoterapia
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La pintura como comunicación: de niños a pacientes mentales
1. INTRODUCCIÓN. ARTE TERAPIA
Una de las actividades que se imparten en esta unidad es de Arte Terapia como soporte terapéutico
para las personas que se encuentran en situaciones desde angustia emocional hasta un amplio abanico
de patologías.
El objetivo, es estimular a los pacientes a indagar en sus sentimientos y emociones bajo una forma visual
o plástica (pintura, escultura, dibujo, música, etc.).
El Arte como terapia, contiene muchos aspectos positivos, entre ellos, es el hecho de que la obra puede
contener ciertos símbolos que el paciente, junto con el terapeuta puede analizar e interpretar.
2. MI EXPERIENCIA
2.1. Metodología empleada
Las sesiones de Arte Terapia en AMSA, tienen una duración de sesenta minutos, dos veces por semana.
El número de pacientes oscila entre nueve y dieciséis y la estancia comprende de dos a tres semanas
hasta un máximo de tres meses.
En estos grupos, pueden producirse varios ingresos en una semana y varias altas simultáneamente; por
lo que la composición de los mismos hace que la metodología que utilizo sea concreta: los ejercicios no
pueden durar mucho tiempo, puesto que existe el riesgo de incumplir las expectativas. Los ejercicios
están pensados para ejecutarse durante una, dos o como máximo cuatro sesiones.
Como ejemplo concreto podemos señalar que una depresión no se cura prescribiendo música alegre o
induciendo a pintar soles, porque hay demasiada distancia entre la situación vital del paciente y la
intención positiva del ejercicio.
La obra es un medio con el que tratar el problema de un forma indirecta y el significado de esta, no
resuelve los problemas psicológicos, pero permite pensarlos y entenderlos. Por ejemplo un paciente
conflictivo, plasma la violencia de su vida en sus obras, trabajando su violencia como un juego, sin
riesgos en la vida real.(" El arte permite aceptar la posibilidad de lo imposible").
La producción artística permite crear metáforas sobre los problemas.
2.2. Conectando con nuestro lado infantil
En toda manifestación artística nos proyectamos creando un enlace emocional entre nosotros y nuestra
obra. Algunas veces más que otras e incluso cuando somos menos creativos estamos siendo
proyectivos.
El Arte Terapia nos ofrece soporte y cobertura para utilizar la expresión artística como herramienta de
comunicación con nuestro yo más intimo, llegando a nuestro yo más infantil.
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En el arte conectamos con nuestros pensamientos más primitivos, con lo no verbal, y con lo que se
escapa a nuestro control. Existe un paralelismo entre el tipo de imágenes creadas por niños y por
personas con problemas psíquicos y/o psicológicos; aunque no tanto en el contenido como en el
aspecto formal.
El mero hecho de enfrentarse al papel o cualquier otro soporte como un juego conectando con nuestra
parte más infantil, produce la seguridad necesaria para sobrellevar la falta de destreza en la realización
de la obra.
Podemos imaginar lo que no hemos visto, podemos concebir basándonos en relatos ajenos lo que no
experimentamos de manera personal y a la vez, añadir nuestras propias experiencias creando una nueva
realidad.
..."La actividad creadora de la imaginación se encuentra en relación directa con la riqueza y la variedad
de la experiencia acumulada por el hombre, porque esta experiencia es el material del que dispone esa
imaginación. Por eso la imaginación del niño es mas pobre que la del adulto"...(1)
Formamos nuestra realidad a partir de las huellas de las impresiones externas, vemos el mundo como
somos, creemos ser más conscientes que los niños en el proceso de subestimación y sobreestimación de
elementos aislados de dichas impresiones. Nuestro sentimiento interno ejerce una gran influencia sobre
las impresiones externas.
Por ejemplo; el afán de los niños por exagerar lo mismo que el de los adultos tiene precisamente ahí su
raíz. Los niños cuando pintan, revisten los elementos de sus imágenes con un carácter extraordinario, lo
hacen con entera libertad e intencionadamente.
El Arte Terapia ofrece la cobertura para superar las resistencias que hacen que el adulto trabaje sin
dicha libertad. En cierto modo, cuando hacemos sesiones de Arte Terapia estamos pintando como los
niños. Es curioso como después de realizar un ejercicio, muchos de los pacientes han negado la
evidencia, sobre todo por la inesperada imagen de algo de lo que no tenían conciencia hasta ese
momento. Se manifiesta de manera sutil pero eficaz y ¡salta la chispa, que nos conecta con lo que
creíamos olvidado o inexistente!
Con la pintura asoman indicios que nos ayudan a tomar consciencia de nuestros pensamientos. La
comunicación se establece a partir de la asociación de ideas, de sentimientos, de símbolos personales.
Por lo tanto, la labor del terapeuta es procurar los medios, motivar y estimular al paciente. Los
ejercicios, no están pensados para provocar una respuesta "artística" sino que van mas allá del mero
goce estético.
2.3. Un día en mi clase
2.3.1. El Grupo
Existen varias formas de plantear una sesión, cada día es diferente, y es la situación del grupo la que
marca las pautas. Normalmente llevo preparados varios ejercicios y en función de cómo se encuentren
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opto por elegir el más adecuado. Hay que tener en cuenta que la estancia de los pacientes es corta y el
número de las personas presente en ese momento, es también variable.
2.3.2. El Ejercicio
Cuando me planteo un ejercicio, lo hago como una prueba de laboratorio. Parto de una hipótesis y
barajo las consecuencias, algunas de las respuestas de los pacientes son predecibles, pero siempre hay
muchas que me sorprenden.
Son ejercicios proyectivos y totalmente dirigidos con la clara intención de provocar una reacción
productiva, (en el caso de los niños como alumnos, el fin es despertar la "reacción artística"). Hay
momentos en los que la producción es escasa y no deja de ser un mero ejercicio de calentamiento, una
preparación para lo posterior.
Generalmente existe una predisposición a trabajar el ejercicio, en otros momentos, en cambio, son
reacios a tomar un pincel en sus manos.
2.3.3. Tipología de ejercicios
Planteo ejercicios individuales y grupales; en estos últimos, necesitamos la participación de todos los
pacientes para poder realizarlos; es aquí, donde cada persona refleja su comportamiento social, si es
participativa o no, el lugar que ocupa dentro del grupo, etc.
Un ejemplo entre muchos, de un ejercicio individual de ejecución rápida seria el siguiente:
Duración: cincuenta minutos. Para una persona con un comportamiento un tanto obsesivo, una
propuesta de estas características provoca una reacción tremendamente incomoda, puesto que ha de
realizarlo en un tiempo record, sin opción a finalizar el trabajo con un acabado perfecto.
Este tipo de ejercicios permite entender nuestro comportamiento frente a ciertas situaciones, entender
lo que nos pasa y poner al paciente en contacto con sus emociones, con su parte más vulnerable.
Al tratarse de este tipo de propuesta rápida, se produce cierto descontrol apareciendo algunos
elementos que nos hacen, por lo menos, tomar conciencia de lo que nos sucede.
Dentro de los ejercicios grupales podemos poner infinitos ejemplos validos, uno entre ellos, es el de
realizar un "mural en la pared".
Cada persona debe dibujarse a tamaño natural. Se trata de una proyección directa, vulnerando la
posición de espacio físico que ocupa cada paciente, habitualmente dentro del grupo.
Lo echamos a suertes y se adjudica a cada uno un nuevo lugar. Hay personas que ocupan un mayor
espacio y otras son prácticamente invisibles; pacientes, que en el papel han sido prácticamente
sepultadas por la imagen de un compañero, imágenes imperceptibles, consecuencia de un trazo
inseguro y sutil. Frente a éstas, otras, rotundas y opacas. Es un claro reflejo de cómo cada paciente se
ve.
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Obedeciendo a otra tipología hay unos ejercicios que resultan más estimulantes que otros. Frente a un
mismo estímulo surgen diferentes respuestas.
Por ejemplo: ¿Por qué escogemos unos colores en lugar de otros?. Cuando elegimos un color estamos
ligando a este una emoción. El color esta cargado de significado social, por lo tanto, produce en
nosotros diferentes reacciones.
El planteamiento propuesto en el ejercicio es desligar el color de su objeto cultural y socialmente
designado (verde para las hojas de los árboles, azul para el mar, naranja ó amarillo para el sol, etc.). A
veces, el color utilizado es una opción personal, pero en muchas otras ocasiones soy yo personalmente,
la que propongo los colores a utilizar. El objetivo, es solo sugerir, puesto que está en las manos del
paciente saltarse o no las reglas del juego.
Otro tipo de planteamiento es lo figurativo frente a lo abstracto.
En los ejercicios figurativos el paciente por lo general se siente mas seguro y como consecuencia,
disfruta más del mero hecho de pintar. Puede llevar un control relativo y el resultado puede ser más o
menos lo que esperaba.
El paciente, realiza una disociación extrayendo de la realidad algunos rasgos, ignorando otros,
construyendo otra realidad distinta.
La producción en arte terapia es producto del pasado personal.
Es en lo abstracto donde aparecen más los fantasmas (las ideas, los pensamientos a los que no podemos
poner palabras); imágenes que evocan, nos conectan con la parte más diáfana y más desdibujada de
nuestra mente.
Un ejercicio a plantear como ejemplo es manchar el papel sin ningún fin aparentemente concreto, solo
manchar por manchar. Se produce entonces una reacción de desconcierto, por otro lado muy natural,
ya que es un medio al que no están acostumbrados; y el hecho de pintar algo abstracto produce
inseguridad.
Con el tiempo, los pacientes adquieren más confianza y se dan producciones mas fructíferas. Se trata de
establecer un estrecho vínculo con el medio.
Mientras que en lo figurativo, intentamos elaborar una representación emocional de la realidad, en los
ejercicios abstractos cristalizamos las propias emociones.
Podríamos estar señalando infinidad de tipologías de ejercicios, pero sin embargo, señalaremos para
cerrar este capítulo, unos de peculiar significado para mí, como pueden ser los ejercicios donde se
practica una mayor introspección.
En estos ejercicios es muy importante que la persona disponga de entera libertad para escoger el tipo
de material con el cual conecte de una forma más intima.
Hay pacientes que prefieren cartón, otros, sin embargo optan por escoger el pincel, ceras, lápices,
rotuladores, etc. Se establece un tipo de relación "dulce", donde el propio material deja de ser tal, para
convertirse en la propia expresión, en comunicación.
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No es un proceso fácil. Se toma conciencia, no se queda en lo superfluo, porque el arte terapia
precisamente, es un trabajo donde se conecta con lo interno y profundo.
De hecho, en los casos en los que los sujetos carecen de intención y se encuentran más apáticos frente
al trabajo, las consecuencias son de carácter mas revelador, que en las que el paciente interviene de una
manera más implicada.
La gran mayoría de los pacientes quedan sorprendidos frente a los descubrimientos después de asociar
pensamientos con color, con materia, etc.
3. EL ARTE COMO TRANSMISOR
Citando a la autora Mimi Marinovic (2), sobre el valor terapéutico del arte:
Es donde se comunica y se expresan dimensiones y experiencias humanas de una forma más
universal que el lenguaje de las palabras racional y lineal.
Relaciona diversos sentidos entre sí.
Favorece la toma de decisiones.
Estimula el potencial creativo.
Favorece la flexibilidad del pensamiento.
Ayuda a tolerar la ambigüedad y la incertidumbre.
Impulsa la comprensión de los otros y el auto entendimiento.
A través de las destrezas y habilidades contribuye a la autoayuda y potencia una autoestima
más saludable.
Permite plasmar situaciones desaprobadas socialmente.
En la pintura asoman los pensamientos que nos mantienen ocupados, no siendo conscientes de ello;
manifestándose unas veces de forma evidente y otras disfrazándose de adorno pictórico.
La mente utiliza variados recursos para hacer carecer de propósito lo que se expresa a través de la
pintura. Mucho de lo que se esconde en nuestro interior se escapa a nuestro control y se libera. Aunque
no todo aparece.
En la manera de ejecutar el trazo, la inseguridad en los contornos, la elección del color, el tamaño de los
elementos, la elección estética de las palabras, el miedo al descontrol, miedo a lo espontáneo, a lo no
pensado...utilizamos el arte como correa transmisora "liberándonos de la carga emocional que llevamos
dentro".
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4. BIBLIOGRAFÍA
1. Vigotsky, LS. "La imaginación y el arte en la infancia".
2. (1994). Marinovic, M. "Las funciones psicológicas de las artes".
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