Durante años, la psiquiatría, como campo, ha experimentado profundos abismos en su desarrollo. Desde la escisión entre Ana Freud y Melanie Klein pasando por ideas más modernas que escinden la vinculacion mentecerebro, la psiquiatría está todavía intentando formar su verdadera identidad. Esta identidad está creando la duda
de si los residentes deberían orientarse más hacia los aspectos biológicos que hacia los aspectos psicológicos de la psiquiatría. Esta dicotomía no debería ser puesta en tela de juicio. La llegada de los medicamentos ha producido significativos avances en el campo de la psiquiatría como sabemos hoy. Pero quitar importancia a la psicoterapia y
a la comprensión del paciente como un ser humano global, es poner en tela de juicio el arte interpersonal de la medicina en sí misma.