Uno de los enigmas que adquiere mayor relevancia en las investigaciones actuales en psicopatología del desarrollo, consiste en la dificultad de probar en los estudios catamnésicos la continuidad versus discontinuidad entre psicosis infantil, del adolescente y del adulto o entre cualquiera otro de los procesos psicopatológicos, y en cuáles de ellos esta continuidad es homotópica (estabilidad diagnóstica a lo largo de las diferentes etapas de desarrollo humano) o bien heterotópica (persiste el trastorno mental, pero se modifica en proceso diagnóstico).