Hay una dificultad a juicio del autor tanto en los Tribunales Médicos de la Seguridad Social como en los Juzgados Generales y de lo Social y letrados correspondientes para valorar adecuadamente cuando se dirime una incapacidad laboral o una imputabilidad en el caso de lo penal aquellos factores que no están definidos como una clara enfermedad mental. En concreto se trata de aquellos factores médico-psicológicos que frecuentemente agravan la evolución de una enfermedad física o cierran un círculo vicioso en la patogenia de cualquier trastorno en forma suficientemente grave como para que a nuestro juicio tuviera un peso definitivo en la decisión o sentencia del Tribunal en cuestión. Esta dificultad para comprender los factores médico-psicológicos es mayor aun cuando se trata de una sospecha de Neurosis de Renta o diagnósticos cercanos. El autor invita a los médicos en general y a los forenses a interesarse más por los conocimientos médico-psicológicos aplicados a la valoración del daño psíquico y a los procesos Penales y a buscar formas de transmitir su importancia a los profesionales del Derecho.