La meditación sentimental es método autógeno (núcleo del nivel 2 de Autogenics) para el adecuado manejo de los sentimientos, optimizando el funcionamiento del sistema límbico, de forma que las emociones nacidas en la amígdala se van transformando en sentimientos a lo largo del girus cingular y finalmente, al llegar al córtex órbitofrontal, en opiniones sentimentales desapasionas capaces de integrarse con el resto de informaciones llegadas a dicho córtex, para obtener así una visión más completa de las circunstancias. Los sentimientos son opiniones, al nivel de un mamífero primitivo, sobre las circunstancias. El sistema límbico produce un flujo continuo de sentimientos que empiezan, continúan y terminan.
Cuando las circunstancias son interpretadas como adversas se producen sentimientos desagradables. Un error fatal pero muy frecuente es, en lugar de actuar sobre las circunstancias para mejorarlas, actuar sobre los sentimientos y bloquear su progresión, para intentar evitar sentirlos. Esto no sólo priva de la información sentimental y consume energía (necesaria para mantener el bloqueo), sino que produce problemas en las funciones gobernadas por la zona del cerebro hacia la que descarrila el sentimiento. Además, un sentimiento bloqueado se mantiene activo, y no cejará mientras no termine su transformación en opinión.
La función de la meditación sentimental es el restablecimiento del flujo de sentimientos, mejorado así la creatividad, la toma de decisiones y el nivel de energía, así como aliviando los problemas en el psicosoma derivados del descarrilamiento de los sentimientos bloqueados. Para realizar la meditación sentimental es preciso, previamente, conocer y practicar la meditación somatosensorial, incluyendo la aceptación pasiva y la concentración pasiva, así como aprender y practicar la técnica bajo la supervisión de un terapeuta experto.
Hay sentimientos que no se quieren sentir bajo ningún concepto, siendo su bloqueo tan fuerte que son totalmente ignorados por el propio sujeto. La vergüenza es uno de ellos, con la peculiaridad de que la propia vergüenza ayuda a bloquear e ignorar otros sentimientos especialmente dolorosos, como rabia, tristeza y anhelo de amor. Uno de los pilares de la psicoterapia de la vergüenza (especialmente la existencial o s. de vergüenza) es la meditación sentimental, la cual facilita, progresivamente, sentir cada uno de los sentimientos que no quiere sentir, y contribuyendo a su resolución y a la recuperación funcional del sistema límbico
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