La migración es un fenómeno social que tiene un gran impacto en las diferentes sociedades, mercados y culturas; y que a un nivel menos abstracto supone una enorme conmoción para los sujetos y familias que lo protagonizan. Hablamos de las llamadas “familias transculturales”; aquellas donde una hija, un nieto o un hermano se han ido a un país lejano trastocando la cotidianeidad de todos sus miembros.
En este artículo revisamos diferentes variables relacionadas con los procesos migratorios y su impacto sobre la salud mental de aquellos sujetos que dejan atrás su país de origen para establecerse en otro extranjero. Hacemos un recorrido por los diferentes factores de riesgo (duelos, narrativas vitales que se rompen, barreras idiomáticas y culturales…) y también factores protectores (recursos personales, apoyo social, rituales espontáneos de afrontamiento…) que pueden ayudarnos a elaborar un esquema de puntos a tratar en la evaluación y trabajo terapéutico con este tipo de familias.