[ABSTRACT]All the human have creative capacities, but only some of them create art. They all experience certain type of "inspiration", some devise useful inventions or find solutions for the most intricate problems, and others create
new forms of artistic expression. A peculiar feature of all of them is the called ?psychological unease?. The mental activity that we name ?creativity? is based on a peculiar functioning of the joint brain-mind, in which according to the modern neurobiology researches, numerous systems and functions are implied: right hemisphere, prefrontal lobe, temporary lobe, temporo-parieto-occipital zones of association, visual ventral area, limbic system, parahipocampic area, gyrus fusiforme, precentral gyrus, cerebellum, etc. Still we do not arrange a theory or the one unique model or that explains the contribution of each one of these structures in the creative process, or its coordinated functioning, but at least already we know that the artistic creativity is not the result of a "spiritual" mysterious inspiration, but the result of the intensely and coherent neural work, that in occasions it produces surprising, brilliant, or artistic results. But in order that it happens it is necessary to set the mind to work and the brain to be applying to the tasks, and it only is possible if the neural "unconscious" activity turns out to be pleasant and compensating. Departing from these scanty certainties, we propose a model of cerebral pleasant auto stimulation, center on the visual activities, who explains the process of artistic pictorial creativity. This model allows understanding why if the art is one of the most superfluous human activities, we wish it; we value and enjoy so much, as well as the complex and subtle link that exists between certain mental diseases and the intense needs of artistic configuration of some persons who suffer them.Todos los seres humanos tienen capacidades creativas, pero sólo algunos crean arte. Todos experimentan cierto tipo de ?inspiración?, unos ingenian inventos útiles o encuentran soluciones para los problemas más intrincados, y
otros crean nuevas formas de expresión artística. Un rasgo peculiar de todos ellos es la denominada ?inquietud creativa? (psychological unease). La actividad mental que denominamos creatividad se basa en un funcionamiento peculiar del conjunto cerebro-mente, en el que según las modernas investigaciones neurobiológicas, están
implicados numerosos sistemas y funciones: hemisferio derecho, lóbulo prefrontal, lóbulo temporal, zonas temporo-parieto-occipitales de asociación, área visual ventral, sistema límbico, área parahipocámpica, giro
fusiforme, giro precentral, cerebelo anterior, etc. Todavía no disponemos una teoría o modelo único o que explique la contribución de cada una de estas estructuras en el proceso creativo, o bien su funcionamiento coordinado, pero al menos ya sabemos que la creatividad artística no es el resultado de una inspiración ?espiritual? misteriosa, sino el resultado del trabajo neuropsíquico intenso y coherente, que en ocasiones produce
resultados sorprendentes, geniales, artísticos. Pero para que eso suceda hay que poner la mente a trabajar y el cerebro a aplicarse a las tareas, y eso sólo es posible si la actividad neural ?inconsciente? resulta placentera y
compensadora. Partiendo de estas escasas certezas, se propone un modelo de autoestimulación cerebral placentera, centrado en las actividades visuales, que explica el proceso de creatividad artística pictórica. Este modelo permite comprender por qué si el arte es una de las actividades humanas más superfluas, lo deseamos, valoramos y disfrutamos tanto, así como el complejo y sutil nexo que existe entre ciertas enfermedades y las
intensas necesidades de configuración artística de algunas personas que las padecen.