El cannabis es la droga ilegal más consumida en Europa. Existen relaciones complejas y bidireccionales entre los individuos que consumen cannabis y manifiestan síntomas psiquiátricos. El consumo de cannabis presenta importantes implicaciones en el desarrollo de síntomas psicóticos, siendo esta sustancia probablemente capaz de inducir síntomas psicóticos en sujetos sin una psicosis funcional, y de incrementar el riesgo, de avanzar la edad de inicio, de empeorar la intensidad de los síntomas, el pronóstico y la eficacia del tratamiento en sujetos con psicosis funcionales o enfermedad del espectro psicótico.
Presentamos el caso de un chico de 20 años de edad, sin antecedentes psiquiátricos previos. Es traído por sus familiares al hospital por un cuadro grave de autorreferencialidad e ideas de perjuicio de cuatro días de evolución. El paciente es consumidor de cannabis desde los 14 años, siendo el consumo de estos últimos meses de 5-6 porros al día.
Se ha descrito que entre el 7 y el 25% de los individuos que presentan un primer episodio de psicosis en diferentes entornos tiene un trastorno psicótico inducido por cannabis. Las fronteras que delimitan el trastorno psicótico inducido por cannabis y la esquizofrenia son permeables, de hecho, una parte importante de los pacientes diagnosticados inicialmente de trastorno psicóticos inducido por sustancias acaban siendo diagnosticados de esquizofrenia.