Las Discapacidades intelectuales DI representan uno de los capítulos de más difícil catalogación en el campo de la
psicopatología, tanto de la infancia como de la edad adulta. Dichas dificultades son las que hacen compleja la evaluación obligando a que sea rigurosa, detenida y, en muchas ocasiones, lenta y complicada. El doble diagnóstico, propugnado por muchos autores (Rodríguez-Sacristán, 1.995), abarca el estudio de los trastornos psicopatológicos que se presentan en el seno de la DI. Es decir, en ocasiones un paciente ha sido
diagnosticado de DI y en el transcurso de la evolución pueden aparecer otros trastornos psicopatológicos "injertados" que complican o pueden complicar el pronóstico de uno y otro proceso. En otras ocasiones es difícil
poder asegurar qué es más relevante si el proceso psicopatológico o el deficitario. En todo caso la relación e intercurrencia de ambos es una complicación, no por frecuente, menos temida. Revisar y actualizar este tema desde la perspectiva psicopatológica y clínica es un ejercicio con dificultades, pues en los últimos años ha existido una especie de delegación del contexto clínico hacia los sistemas educativo y social.