En Argentina el suicidio adolescente se triplicó en los últimos treinta años, siendo la segunda causa de defunción en la franja etaria de 15 a 19 años.
El suicidio, al igual que otras muertes, da lugar a que sus familiares, amigos y allegados tengan que atravesar un periodo de duelo; éste tendrá una intensidad mayor o menor, dependiendo del grado de intimidad y vinculación con el fallecido, tipo de relación y circunstancia de la muerte.
En ocasiones, el duelo por suicidio es distinto a los otros, pudiendo ser más prolongado, con sentimientos de enojo, culpa y aislamiento más intensos, por el cual, hay que tener en cuenta la asistencia de quienes sobreviven a una experiencia de suicidio de un par, reconocer o identificar quienes podrían necesitar una intervención en algún tipo de dispositivo de asistencia.
Se trabaja en consultorio particular con cuatro pacientes: 3 varones de 17,18 y 19 años y una mujer de 17 años, todos atravesando duelo de amigos o familiares pares en edad que se suicidaron. Dos de ellos habían sido anteriormente pacientes por otros cuadros psicopatológicos, uno de ellos, trascurriendo tratamiento por otro cuadro, comienza el duelo, y uno de ellos, llega a consulta por derivación de psicología luego del suceso.
En algunos casos se exacerban los síntomas de enfermedad de base y en otros casos comienzan a partir del hecho. Por lo cual hay que estar alerta a signos o síntomas que presentan los adolescentes a partir del suicidio de un par.
Yadira Grau Valdés
Psicólogo - Cuba
Fecha: 03/06/2020