Tanto las conductas suicidas (ideación, intención, intento) como, por supuesto, el suicidio consumado forman parte de una problemática de creciente sensibilización en la población general. Sin embargo, no debemos pasar por alto la presencia de esta problemática en una población de especial riesgo: mujeres en período perinatal. La investigación en este campo es escasa; como escasos son los datos oficiales a los que se puede acceder sobre esta cuestión. Sabemos que los factores de riesgo para la aparición de la conducta suicida son múltiples, desde lo socioeconómico hasta factores de índole biológica como la presencia de enfermedades mentales previas. Sin embargo, muchos de ellos son abordables siempre que se consiga establecer una correcta coordinación entre los profesionales que llevan a cabo el seguimiento del embarazo y el puerperio y los servicios de Salud Mental.