El presente escrito muestra un nuevo enfoque de “terapia psicológica”. Aunque denominada “terapia cognitiva sintética” (TCS), en realidad se trata de un protocolo que utiliza técnicas que incluyen la mayoría de las psicoterapias hasta ahora conocidas, unido al conocimiento científico aportado desde la psicología cognitiva y la neuropsicología.
Tiene tres pretensiones: ser claro en su formulación, conciso en su aplicación y profundo en cuanto a los efectos del tratamiento. Los dos aspectos principales de la propuesta son la síntesis y la integración. La síntesis se centra en la simplificación de las distorsiones cognitivas de la terapia de Beck y de las ideas irracionales de Ellis. La integración se ve reflejada en tres puntos: 1) la consideración de que la mayoría de psicoterapias existentes utilizan herramientas terapéuticas comunes; 2) la propuesta de integrar como métodos con capacidad para generar una “reestructuración cognitiva” la resolución de problemas (por su estrecha vinculación con los procesos de control ejecutivo o funciones ejecutivas) y la psicoeducación (por ejercer un cambio cognitivo gracias a la clarificación conceptual que supone concretar sus contenidos mediante la TCS; y 3) se hace hincapié en el procesamiento de información, considerando las cogniciones como parte de la múltiple información que contiene nuestro cerebro y, por tanto, procesa. En definitiva, desde un punto de vista clínico aplicado, este planteamiento pretende simplificar la evaluación, el diagnóstico del problema y la elección de técnicas concretas.