Hasta hace unos años, existía la creencia de que las reacciones maniaco-depresivas eran extremadamente raras en niños y en adolescentes jóvenes. De hecho el trastorno bipolar de inicio en la infancia y adolescencia no está incluido en las clasificaciones nosológicas actuales. No es raro que en la práctica clínica estén incluidos o enmascarados en otros trastornos. Desde la década de los noventa se viene pensando más en la presencia de esta psicopatología en menores de edad. Se ha afinado mejor su diagnóstico, aunque muchas veces constituye un reto clínico, especialmente en los niños más pequeños. Lo cierto es que existen niños y adolescentes bipolares y deben reconocerse en la práctica clínica. Es frecuente que el trastorno bipolar (TB) sea confundido con otros cuadros psiquiátricos infantiles, especialmente con el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), con el cual exhibe alta comorbilidad. Caso clínico: Se trata de una niña de 12 años de edad que acude a nuestro CSM desde los cuatro años de edad con síntomas compatibles con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) pero que a lo largo de su desarrollo ha manifestado síntomas de excesiva irritabilidad, presencia de tormentas afectivas, impulsividad, cambios bruscos de humor, y mala respuesta al tratamiento con estimulantes llevándonos hacia un diagnóstico de trastorno bipolar de inicio en la infancia.