El trastorno obsesivo compulsivo de la personalidad es uno de los más frecuentes en la práctica clínica, siendo considerada en la actualidad una entidad diferenciada del trastorno obsesivo compulsivo (TOC). Las personas con este trastorno presentan una visión discrepante respecto la visión de sí mismo y la del exterior. Mientras que ellos se consideran personas resolutivas, meticulosas, leales y autosuficiente, el resto de personas les pueden considerar fríos, indecisos, arrogantes o moralistas.
Freud escribió de forma extensa sobre la neurosis obsesiva, entidad que fusiona los conceptos actuales de trastorno obsesivo compulsivo de la personalidad y del TOC. El principal conflicto que caracteriza a estas personas se produce entre la obediencia y el desafío, lo que conlleva una alternancia continua entre el temor a ser castigado y la ira a renunciar sus deseos y obedecer a la autoridad. Dentro de las dinámicas obsesivas que describe Freud se encuentra la ambivalencia, la regresión a conflictos preedipicos, más concretamente en las fases sádico-anales y en la aparición de defensas del yo,como la intelectualización, el aislamiento y la omnipresencia del pensamiento mágico entre otros.
Debido a estas características el paciente con trastorno obsesivo compulsivo de la personalidad tenderá a realizar una lucha de poder de forma explícita o implícita con el resto de personas incluido el clínico,lo cual puede llegar a suponer un gran desafío clínico.La comprensión de los procesos internos, especialmente el conflicto central anteriormente descrito con sus consecuentes repercusiones en su vida cotidiana propiciará una mejor orientación clínica y mejores resultados clínicos.
Revisión de la etiología de la depresión.
Jorge Trejo Mares
Fecha Publicación: 01/03/2009