Se presenta el caso de un sujeto de 35 años que padece un trastorno de angustia con agorafobia. Se dedican tres sesiones a la evaluación diagnóstica y funcional y el tratamiento se desarrolla de forma intensiva en ocho sesiones. Se utilizan técnicas de corte cognitivo-conductual: psicoeducación, entrenamiento en respiración y relajación, técnicas cognitivas y de control de conductas de evitación, incluyendo la exposición interoceptiva y a situaciones temidas. Tras las sesiones de tratamiento los niveles generales de ansiedad disminuyen considerablemente, desaparecen las crisis de ansiedad, así como las conductas de escape y evitación. Se mantienen sesiones de seguimiento mensuales y posteriormente bimensuales, que tienen por finalidad objetivar el mantenimiento de los logros terapéuticos. Se observa a lo largo de estas sesiones de seguimiento la remisión de las crisis de angustia y la sintomatología asociada.