En primer lugar hemos de resaltar que en el abordaje del Perfeccionismo o Anancasticismo se ha de integrar la psicoeducación, la psicoterapia cognitivo-conductual y la farmacoterapia. También resulta ser un factor esencial la empatía del médico /psicólogo con el paciente, de cara a la aceptación y al mantenimiento de las indicaciones psicoterapéuticas y farmacológicas. Además, por tratarse de un proceso crónico, ha de pensarse, de ordinario, en un ajustable tratamiento de mantenimiento. Hay que destacar que la familia del paciente juega un importante papel a la hora de conseguir que se sienta comprendido en su entorno y de que mantenga la terapia. Asimismo, las lecturas y los autoinformes contribuyen notablemente a la compensación del proceso. ?La reconversión del anancástico? es la meta del tratamiento. Así se reduce/anula de ordinario, el notable sufrimiento personal y las consecuencias personales y sociales del proceso morboso. La comorbilidad del síndrome con otros procesos ansiosos o depresivos, así como con otros rasgos marcados de personalidad o con otros trastornos de la personalidad, ha de ser adecuadamente detectada y tratada para llegar al buen puerto en el resultado terapéutico.