Desde Hilde Bruch (1962) hasta nuestros días, se considera que la alteración de la imagen corporal está presente en la Anorexia Nerviosa (AN), aunque los resultados experimentales realizados con controles son contradictorios, y todavía constituye un objetivo terapéutico difícil de abordar. Para verificar esta alteración se diseña un estudio comparativo de casos y controles con 50 pacientes anoréxicas, tipo restrictivo (PAN), 50 pacientes deprimidas (PD) y 50 no pacientes o controles (NP), de edades comprendidas entre los 13 y 16 años, evaluadas con el test Rorschach. Se analizan únicamente los datos estructurales del test, para posibilitar un ulterior tratamiento informático/estadístico de las variables seleccionadas (SPSS/PC+). Se concluye que en la muestra de PAN hay una alteración de la autoimagen, que no se debe a distorsiones perceptivas, sino a la existencia de una imagen muy fantaseada, basada en experiencias imaginarias y no en datos de realidad; estas pacientes niegan su cuerpo y se refugian en esta imagen fantaseada, que es lo que realmente les importa. Sin embargo, la autoestima baja es algo que comparten con las otras adolescentes evaluadas. Se señalan las dificultades del abordaje psicoterapéutico de estas pacientes y se considera la necesidad de incluir, dentro de una intervención terapéutica global, un tratamiento específico de la imagen corporal, al ser esta alteración, junto con los trastornos de la ideación, los pilares básicos de esta patología.