Cuarenta años han transcurrido desde la fundación de nuestro querido Hospital,
que ha presenciado una de las mayores transformaciones de la atención a la Salud
mental de la Historia y durante los cuales me ha tocado desarrollar toda mi carrera como
psiquiatra. A otros compañeros les toca describir la cambiante vida de nuestro Instituto. Los organiadores de este acto me han invitado a hacer de futurólogo lo que hago muy honrado aunque consciente de lo pretencioso que supone asomarse a la azotea desde los que se presienten las apasionantes transformaciones que sin duda ocurrirán en la Salud mental como en todas las áreas de la actividad humana. Hablaremos succesivamente de la progresión del modelo biológico, de la
generalización de las nuevas clasificaciones, de las directrices terapeúticas y del
desarrollo de las prácticas burocráticas establecidas a partir de la constatación de la necesidad de contener los costes de la salud.