Autor/autores:
Megan E Ames, Cristina L. Robillard, Brianna J. Turner...(et.sl)
Objetivo Aunque la actividad física disminuyó con las medidas de distanciamiento social y las órdenes de quedarse en casa durante la pandemia de COVID-19, los jóvenes que realizaron más actividad física experimentaron menos problemas de salud mental. No está claro si la actividad física mantuvo su papel protector durante la pandemia en curso...
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Aunque la actividad física disminuyó con las medidas de distanciamiento social y las órdenes de quedarse en casa durante la pandemia de COVID-19, los jóvenes que realizaron más actividad física experimentaron menos problemas de salud mental. No está claro si la actividad física mantuvo su papel protector durante la pandemia en curso y cómo lo hizo.
Este estudio modela asociaciones entre tres tipos de actividad física (interior, exterior, con los padres), regulación afectiva y síntomas ansiosos y depresivos en dos muestras independientes de adolescentes.
Seiscientos sesenta y dos adolescentes canadienses (T1: M edad = 15, 69, SD = 1, 36; 52 % niñas; 5 % trans+ ) y 675 adolescentes canadienses (T2: M edad = 15, 80, SD = 1, 46; 50 % niñas; 6 % trans+ ) participó en una encuesta en línea. Los datos incluyeron la frecuencia de la actividad física en interiores, exteriores y con los padres, dificultades de regulación afectiva y medidas de síntomas ansiosos y depresivos.
El análisis de ruta de grupos múltiples mostró que la actividad física en interiores tenía un efecto indirecto sobre la ansiedad y los síntomas depresivos a través de la desregulación afectiva, pero solo en T1. La actividad física con los padres fue protectora para la ansiedad adolescente y los síntomas depresivos tanto en T1 como en T2 y tuvo un efecto indirecto a través de la desregulación y supresión del afecto.
Los hallazgos contribuyen a nuestra comprensión de cómo la actividad física protege la salud mental de los adolescentes y apuntan a fortalecer los apoyos familiares y las oportunidades de recreación.
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