¿Qué ocurre si hijos de padres con alto riesgo de Covid conviven en guarderías en plena pandemia? Pues, según un estudio que acaba de publicarse, no mucho: la infección por SARS-CoV-2 es baja entre los más pequeños.
Ese es el resultado al que llegaron investigadores tras calcular la seroprevalencia de anticuerpos contra el SARS-CoV-2 en las 22 guarderías que permanecieron abiertas para los hijos de trabajadores esenciales-entre ellos profesionales sanitarios- durante un cierre nacional en Francia. Se consideraba que así tenían un alto riesgo de infección de Covid-19.
También compararon a los trabajadores de estas guarderías con un grupo compuesto por personal del hospital que siguió trabajando durante el encierro, pero que no estaban expuestos por su labor a bebés ni a pacientes con Covid-19. Con este fin, se reclutó una muestra de personal administrativo y de laboratorio de seis hospitales.
Catorce de los 327 niños (4, 3 por ciento) y catorce de los 197 empleados ( 7, 7 por ciento) fueron seropositivos. Ninguno de los 197 hisopos nasales y ninguno de los 261 hisopos de heces de los niños dieron positivo para el SARS-CoV-2 en una PCR.
Los 14 niños seropositivos procedían de 13 guarderías diferentes. En el centro con dos casos seropositivos, los niños asistían a diferentes secciones. Seis (43 por ciento) de los 14 niños seropositivos estaban asintomáticos durante el encierro y ocho (57 por ciento) tenían signos leves de infección (fiebre, rinitis, tos o signos abdominales, o una combinación de los anteriores). De estos ocho niños con serología positiva y síntomas durante el encierro que convivían con padres seropositivos, cinco presentaron síntomas de cuatro a 10 días después que sus padres.
Baja tasa de seroprevalencia en niños
Los resultados, señalan los autores, destacan la baja tasa de seroprevalencia del SARS-CoV-2 entre estos niños. La tasa de seroprevalencia entre los pequeños fue menor que la informada para la población general en el mismo período en la región de París (10 por ciento) o en un estudio de múltiples cohortes (nueve por ciento), entre otros. En el caso de los trabajadores, la tasa de seroprevalencia fue similar a la de la población general.
"Este hallazgo está en línea con estudios previos en los que el riesgo de infección por SARS-CoV-2 era menor entre los niños que entre los adultos", añaden los autores, que recuerdan que la tasa de seroprevalencia nacional en Francia entre los niños menores de nueve años fue aproximadamente la mitad de la observada en adultos, algo que está en línea con sus resultados.
Además, la tasa de seroprevalencia entre el personal de la guardería no difirió de la observada en un grupo de personal hospitalario que no tuvo contacto ocupacional con niños o pacientes Covid-19 positivos.
Los autores que recalcan no haber encontrado "ninguna evidencia de transmisión del SARS-CoV-2 dentro de las guarderías", señalan que sus "resultados sugieren que incluso si los niños pequeños asisten a una guardería, es más probable que contraigan Covid-19 en el hogar, de un miembro del hogar".
El estudio, que tuvo varias limitaciones, concluye así que los niños pequeños no son superpropagadores del SARS-CoV-2 y que las guarderías no son focos importantes de contagio viral.
