La caída de la siniestralidad laboral en el Sistema Nacional de Salud (SNS) responde a un factor principal: el notable descenso de los casos de coronavirus entre sanitarios. Los datos publicados por el Ministerio de Trabajo y Economía Social hace algo más de una semana ya pusieron de manifiesto que la reducción del número de accidentes leves fue la que propició, en mayor medida, esa merma del nivel de siniestralidad en el primer semestre del año. Ahora, fuentes de la propia cartera que lidera Yolanda Díaz en funciones confirman a Redacción Médica que, de los 12.209 accidentes leves registrados entre enero y junio entre el personal sanitario, sólo 1.432, es decir, el 11,7 por ciento, están vinculados al covid-19. La cifra contrasta claramente con la del primer semestre de 2022, cuando los accidentes de trabajo por coronavirus se elevaron a 20.915, esto es, el 67,5 por ciento de los 30.964 siniestros leves de profesionales sanitarios.
Los datos llaman aún más la atención si se tiene en cuenta que el número de lesiones leves no relacionadas con covid-19 ha crecido ligeramente entre enero y junio de 2023 con respecto al mismo periodo del año anterior: de los 10.049 casos registrados en 2022, este año se ha pasado a 10.777 en el primer semestre. De todo ello, Trabajo deduce que “el descenso en el número de accidentes de trabajo del sector sanitario está fuertemente vinculado al descenso de casos de accidentes de trabajo con descripción covid-19”.
Otro aspecto que contribuye a reforzar esa conclusión es el hecho de que la cifra de siniestros leves contabilizados en el colectivo sanitario durante estos primeros seis meses del año es incluso inferior a la del mismo periodo en el año inmediatamente anterior al estallido de la pandemia, 2019, cuando se registraron 12.446 casos, frente a los 12.209 mencionados en este año.
Notable caída interanual de la incidencia de coronavirus
El Consejo de Ministros acordó a principios de verano poner el punto final a la situación de crisis sanitaria ocasionada por el coronavirus. Lo hizo a través de la Orden SND/726/2023, de 4 de julio, en la que también se retiró la obligatoriedad de llevar mascarilla en los centros sanitarios y farmacias, que pasó a ser sólo una recomendación, con algunas excepciones.
En el último informe del Ministerio de Sanidad sobre la evolución de los contagios de covid-19, publicado el pasado 30 de junio, se refleja una incidencia de 41,56 casos por cada 100.000 habitantes mayores de 60 años, frente a la tasa de 841,27 casos de junio del año pasado. Además, el número de ingresados no llega a los 1.300, incluyendo los pacientes en UCI, frente a las más de 9.500 camas ocupadas en junio de 2022.
El descenso en los accidentes graves y mortales se nota menos
El Ministerio de Trabajo contabilizó, dentro de los siniestros laborales leves de personal sanitario en el primer semestre de este año, 8.869 accidentes durante la jornada de trabajo y 3.253 in itinere. En ese periodo, fallecieron tres profesionales del SNS, todos durante sus horas de trabajo, frente a los dos decesos durante la jornada laboral y los otros dos in itinere del año previo. Respecto a los accidentes graves pero no mortales, se registraron 52 en jornada laboral y 32 en desplazamiento, esto es, 84 en total, cifra ligeramente inferior a los 88 de entre enero y junio de 2022.
