Autor/autores:
Craig Morgan y Nikolas Rose
La pandemia de COVID-19 y las medidas para contener la propagación del virus han llevado a cambios marcados en nuestros mundos sociales, en un plazo muy corto. Existe una gran preocupación, miedo y angustia entre las poblaciones de todo el mundo. No es sorprendente que haya una creciente preocupación por las consecuencias de la pandemia en la salud mental. En su Documento de...
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La pandemia de COVID-19 y las medidas para contener la propagación del virus han llevado a cambios marcados en nuestros mundos sociales, en un plazo muy corto. Existe una gran preocupación, miedo y angustia entre las poblaciones de todo el mundo. No es sorprendente que haya una creciente preocupación por las consecuencias de la pandemia en la salud mental.
En su Documento de posición, Emily Holmes y sus colegas establecieron sus prioridades para la investigación, para informar el desarrollo de estrategias efectivas que pudieran mitigar los efectos de la pandemia en la salud mental. Dar prioridad a la investigación de tal manera inevitablemente refleja el equilibrio de perspectivas de los involucrados. En nuestra opinión, se da prioridad insuficiente a la salud mental en grupos desfavorecidos y vulnerables, y al papel esencial de las ciencias sociales en la comprensión y respuesta a la pandemia.
La pandemia de COVID-19 y la respuesta al virus en la sociedad han puesto de relieve las desigualdades sociales existentes, y han llevado a la precariedad, el aislamiento y el miedo, y son las personas más pobres, marginadas y más vulnerables las más afectadas por estos sentimientos. Esto incluye a aquellos en trabajos inseguros, con bajos ingresos y en viviendas estrechas; aquellos en comunidades marginadas, incluidas las comunidades étnicas minoritarias, migrantes y refugiados; adultos y niños en hogares violentos y abusivos; personas mayores que ya están aisladas y solitarias; y aquellos con condiciones de salud mental existentes. Estas desventajas se unen y se amplifican aún más por la pandemia y las restricciones sociales resultantes.
En nuestra opinión, comprender los efectos de estas desventajas múltiples y exacerbadas en la salud mental, y cómo las personas manejan, aguantan y prosperan en el contexto de COVID-19 y el cambio relacionado en la sociedad, es la prioridad más apremiante para la investigación.
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