Resumen
Objetivo:
El trastorno depresivo mayor (TDM) se asocia con una disminución de la actividad física y el aumento de las tasas de síndrome metabólico (TSM), un factor de riesgo para el desarrollo de diabetes tipo 2 y de enfermedades cardiovasculares. Está demostrado que el ejercicio físico mejora la capacidad cardiorrespiratoria y los factores del síndrome metabólico. Por lo tanto, nuestro estudio se dirigió a examinar si los pacientes que recibían un programa de ejercicios como complemento al tratamiento de hospitalización se beneficiaban en términos de factores fisiológicos y psicológicos.
Método:
Se incluyeron 42 pacientes con depresión de moderada a severa. 22 pacientes fueron asignados al azar a un entrenamiento adicional de ejercicio 3 veces por semana y en comparación con el tratamiento habitual (TH). La capacidad de ejercicio se evaluó como consumo máximo de oxígeno (VO2 pico), umbral anaeróbico ventilatorio (UAV) y carga de trabajo expresada en watios (W). El síndrome metabólico se definió según el panel de criterios del NCEP ATPIII.
Resultados:
Después de 6 semanas de tratamiento, la aptitud cardiorrespiratoria (VO2 pico, UAV, W), la circunferencia de la cintura y el colesterol HDL habían mejorado significativamente en los participantes del grupo de ejercicio. La respuesta al tratamiento, expresada como reducción MADRS ?50%, fue más frecuente en el grupo de ejercicio.
Conclusiones:
La práctica de ejercicio concomitante en pacientes con depresión mejora la condición física, los factores asociados a las TSM y el resultado psicológico. Dada la asociación de la depresión con los trastornos cardiometabólicos, la práctica de ejercicio se recomienda como complemento al tratamiento antidepresivo estándar.
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