La depresión es uno de los trastornos mentales más prevalentes y costosos, y además actualmente tiene una carga como enfermedad pública de proporciones asombrosas.
Aunque es cierto, que los tratamientos eficaces han estado disponibles durante décadas, muchos pacientes no han recibido un tratamiento eficiente adecuado para ellos.
En la revista The American Journal of Psychiatry, se ha publicado un estudio que analiza el efecto de la administración de infusión de ketamina en sujetos diagnosticas con depresión. Este estudio evaluó 154 pacientes, entre 18-60 años, diagnosticados por el DSM-5 por un trastorno depresivo mayor y que además presentaban niveles de moderados a graves de depresión, evaluados por la escala de valoración de la depresión de Montgomery-Asberg.
Los resultados fueron que agentes farmacológicos de acción rápida, en particular, los intravenosos de ketamina, se han mostrado prometedores para reducir drásticamente
síntomas en el espacio de 2 a 24 horas, por tanto en un periodo de tiempo muy corto. Además, se observó que el desarrollo de una intervención que aprovechase la tecnología para aumentar el acceso de los pacientes, reducir costos y minimizar las consecuencias aversivas mediante el uso de sistemas automatizados, se relaciona directamente en la modulación del procesamiento afectivo para reducir los síntomas.
La acción de la ketamina en los pacientes, actúa revirtiendo la firma molecular de la depresión a través de efectos sinaptogénicos y de neuroplasticidad a nivel molecular.
Su mecanismo se produce a través del antagonismo NMDA-R, es decir, bloquea el receptor de glutamato NMDA presináptico. Esto, produce un aumento de los niveles de glutamato, el cual desencadenará una cascada de señalización. Finalmente, se traduce en un aumento de los niveles de BDNF, una proteína que actúa como factor de crecimiento en el cerebro que está implicada en la fisiopatología de la depresión.
La ketamina, puede actuar en situaciones de necesidad urgente que requieran revertir en poco tiempo los síntomas, por tanto, un aspecto positivo es su rápida acción farmacológica en el tratamiento de la depresión. Pero, también es cierto que puede producir efectos secundarios negativos, entre los que destacan, mareo, cefalea, aumento de la tensión arterial y nauseas. Aunque se tratan de manifestaciones clínicas que pueden ser reversibles a corto plazo, es necesario saber los efectos negativos que puede producir medicarse con ketamina.
Además, a pesar de que se ha observado que actúa muy rápido, pueden no durar mucho sus efectos a largo plazo.
Finalmente, como hemos comentado, la carga de depresión actual es muy alta, y por la situación actual de la pandemia, se espera que en los próximos años siga subiendo. Por esto, es importante seguir investigando en tratamientos farmacológicos que puedan actuar frente a manifestaciones clínicas del trastorno de la depresión, como el uso de la ketamina en casos de urgencias por su rápido efecto.
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