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Los resultados de este estudio realizado por el equipo de la profesora Christine Proulx, de la Universidad de Misuri, en Columbia, Estados Unidos, podrían ayudar a mejorar las atenciones y servicios a personas ancianas de uno y otro sexo, en todos aquellos casos en los que perdonar y ser perdonado pueda aliviar tensiones emocionales.
El equipo de Proulx y Ashley Ermer analizó datos de una serie de entrevistas a más de 1.000 personas del territorio nacional y con una edad de 67 años o más. Se indagó en la religión, la salud y el bienestar psicológico de los participantes, obteniéndose los resultados citados.
La investigación se realizó sobre una población predominantemente vinculada a la religión cristiana, la cual puede influir en la predisposición de las personas a perdonar, y que la actitud personal frente al perdón podría ser diferente en poblaciones con creencias distintas.
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