El Prozac `no es mejor que el placebo´ para tratar la depresión en niños, afirman los expertos

Las directrices clínicas ya no deberían recomendar Prozac para niños, según los expertos, después de que las investigaciones demostraran que no tenía ningún beneficio clínico para tratar la depresión en niños y adolescentes.

A nivel mundial, uno de cada siete jóvenes de entre 10 y 19 años padece un problema de salud mental, según la Organización Mundial de la Salud. En el Reino Unido, aproximadamente una cuarta parte de los adolescentes mayores y hasta una quinta parte de los niños pequeños padecen ansiedad, depresión u otros problemas de salud mental.

En el Reino Unido, las directrices del Instituto Nacional para la Excelencia en la Salud y la Atención (Nice) indican que a los menores de 18 años con depresión moderada a grave se les pueden recetar antidepresivos junto con la terapia.

Pero una nueva revisión de datos de ensayos realizados por académicos en Austria y el Reino Unido concluyó que la fluoxetina, vendida bajo la marca Prozac entre otras, no es clínicamente mejor que los medicamentos placebo en el tratamiento de la depresión en niños y, por lo tanto, ya no se les debería recetar.

Los autores realizaron un metanálisis de 12 grandes ensayos sobre Prozac, publicados entre 1997 y 2024, y concluyeron que la fluoxetina mejoraba los síntomas depresivos de los niños tan poco que no se la podía considerar clínicamente significativa.

“Consideremos la analogía de un medicamento para bajar de peso que es mejor que el placebo para lograr la pérdida de peso, pero la diferencia es de solo 100 gramos”, dijo Martin Plöderl, psicólogo clínico de la Universidad Médica Paracelso de Salzburgo, Austria, y autor principal del estudio.

“Es poco probable que esta diferencia sea perceptible para el paciente o sus médicos, ni que produzca alguna diferencia en su estado general”.

El estudio, publicado en la Revista de Epidemiología Clínica, identificó un sesgo de novedad en los ensayos iniciales, que probablemente fueron más positivos, mientras que estudios posteriores no confirmaron estos efectos. Concluye que los posibles riesgos de efectos secundarios nocivos de la fluoxetina probablemente superen cualquier posible beneficio clínico.

Los efectos secundarios más comunes que experimentan los niños que toman antidepresivos son aumento de peso, alteraciones del sueño y problemas de concentración. También pueden aumentar la ideación suicida.

Los autores también examinaron las directrices clínicas en Estados Unidos y Canadá y descubrieron que, al igual que en el Reino Unido, ignoraron la evidencia de que Prozac era clínicamente equivalente al placebo y continuaron recomendando su uso para niños y adolescentes con depresión.

Mark Horowitz, profesor asociado de psiquiatría en la Universidad de Adelaida y coautor del estudio, afirmó: «La fluoxetina es claramente equivalente clínicamente al placebo en cuanto a sus beneficios, pero se asocia con mayores efectos secundarios y riesgos. Es difícil justificar la exposición de jóvenes a un fármaco con efectos perjudiciales conocidos cuando no ofrece ninguna ventaja sobre el placebo en sus beneficios».

Las directrices no deberían recomendar tratamientos equivalentes a placebo. Muchos profesionales clínicos adoptan el enfoque sensato de que debemos intentar comprender por qué el joven se siente deprimido y abordar los factores que contribuyen a ello.

Las directrices en el Reino Unido y en todo el mundo recomiendan actualmente tratamientos para niños con depresión que no se ajustan a la evidencia científica más sólida.

Esto expone a los jóvenes a los riesgos de la medicación sin ningún beneficio sobre el placebo.Los efectos a largo plazo de los antidepresivos en niños y adolescentes eran “poco comprendidos” y las investigaciones entre adultos mostraron que los riesgos incluían efectos secundarios graves que pueden ser a largo plazo y en algunos casos persistir después de suspender la medicación, añadió.

En respuesta a los hallazgos, un portavoz de Nice declaró: «La salud mental es una prioridad para Nice y reconocemos que la depresión en los jóvenes es una afección grave que afecta a cada uno de forma diferente, por lo que es fundamental que los profesionales sanitarios dispongan de diversas opciones de tratamiento.

Nuestra guía recomienda la elección de terapias psicológicas como tratamiento de primera línea para niños y jóvenes con depresión».

Nice recomienda que los niños y jóvenes con depresión moderada o grave sean evaluados por equipos de especialistas. En algunos casos, se pueden considerar los antidepresivos en combinación con terapia psicológica para la depresión moderada a grave, y solo bajo supervisión regular de un especialista.

El profesor Allan Young, presidente del Cuerpo Académico del Real Colegio de Psiquiatras, afirmó que el estudio debe interpretarse con cautela.

«Las directrices clínicas consideran muchos factores más allá de la magnitud promedio del efecto, como la seguridad, la viabilidad y las preferencias del paciente. Es importante que los medicamentos recetados demuestren evidencia consistente y datos de seguridad», concluyó.