Autor/autores:
Moludi J , Moradinazar M , Hamzeh B...(et.al)
Se cree que la inflamación crónica tiene un papel importante en la fisiopatología de la depresión. Se ha demostrado que la dieta modula el estado inflamatorio, enfatizando así su potencial como un papel terapéutico en la depresión. Pero poco se sabe sobre la relación entre la ingesta dietética y la depresión. E...
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Se cree que la inflamación crónica tiene un papel importante en la fisiopatología de la depresión. Se ha demostrado que la dieta modula el estado inflamatorio, enfatizando así su potencial como un papel terapéutico en la depresión. Pero poco se sabe sobre la relación entre la ingesta dietética y la depresión. El presente estudio tuvo como objetivo investigar la relación entre los patrones dietéticos principales, un puntaje del índice inflamatorio de la dieta (DII) y la depresión entre las mujeres.
Este estudio transversal incluyó a 4630 mujeres de 35 a 65 años utilizando datos de referencia del estudio de cohorte de Enfermedades no transmisibles Ravansar (RaNCD) en el oeste de Irán. La dieta se evaluó utilizando un cuestionario validado de frecuencia de alimentos de 125 ítems (FFQ) para determinar las puntuaciones DII y los patrones dietéticos. Los patrones dietéticos tradicionales, saludables y no saludables se extrajeron mediante análisis factoriales.
Se observó una tendencia ascendente significativa en las probabilidades de depresión en los terciles de puntajes DII (tendencia P: 0. 019). Después del ajuste por posibles factores de riesgo, una alta adherencia a un patrón dietético poco saludable se asoció con un mayor riesgo de depresión que una baja adherencia (OR: 1. 63; IC 95%: 1. 1– 2. 4). Una alta adherencia a un patrón dietético saludable se asoció con las probabilidades más bajas (OR: 0, 61; IC del 95%: 0, 04 a 0, 92). Entre los principales grupos de alimentos, una alta ingesta de huevos y granos refinados se asoció con un mayor riesgo de depresión.
En las mujeres, un patrón dietético de grano refinado es un factor de riesgo para la depresión, mientras que un patrón dietético saludable es protector. También hemos demostrado que la adherencia a una dieta proinflamatoria se asoció significativamente con la depresión. La adhesión a un patrón dietético con altas ingestas de productos lácteos, mariscos, carnes rojas, nueces, verduras, frutas, sabor y aceites vegetales y las dietas con bajas propiedades inflamatorias se asociaron con un menor riesgo de depresión en las mujeres.
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