Los déficits en la emocionalidad positiva (EP) se han implicado en la etiología tanto de la ansiedad social como de la depresión; sin embargo, los factores que contribuyen a los resultados divergentes de ansiedad social y depresión entre los jóvenes con bajo nivel de EP siguen siendo desconocidos.
La investigación existente sugiere que el estrés e...
Los déficits en la emocionalidad positiva (EP) se han implicado en la etiología tanto de la ansiedad social como de la depresión; sin embargo, los factores que contribuyen a los resultados divergentes de ansiedad social y depresión entre los jóvenes con bajo nivel de EP siguen siendo desconocidos.
La investigación existente sugiere que el estrés entre padres e hijos y el estrés de los compañeros demuestran patrones diferenciales de asociación con la ansiedad y la depresión social. Por lo tanto, el presente estudio examinó los posibles efectos interactivos de la EP y el estrés crónico entre padres e hijos y sus compañeros en el desarrollo simultáneo de trayectorias de síntomas de ansiedad y depresión social entre 543 niños y niñas (de 8 a 16 años al inicio del estudio, M [DE] = 11, 94 [2, 32 ] 55, 6% mujeres). Los padres informaron sobre educación física juvenil al inicio del estudio. Los dominios de estrés crónico interpersonal (padre-hijo y compañero) que ocurrieron entre la línea de base y los 18 meses se evaluaron a través del informe del niño mediante entrevistas capacitadas utilizando la entrevista de estrés de la vida juvenil (Rudolph y Flynn Development and Psychopathology, 19 (2), 497–521 , 2007). Los jóvenes completaron medidas de autoinforme de depresión y ansiedad social cada tres meses de 18 a 36 meses (7 evaluaciones).
Los modelos de curva de crecimiento latente bivariante condicional indicaron que los efectos principales del estrés entre padres e hijos, pero no el estrés entre pares, predecían trayectorias de depresión en niños y niñas.
En las niñas, los altos niveles de estrés crónico interpersonal en ambos dominios predijeron trayectorias estables y elevadas de síntomas de ansiedad social, independientemente de la EP.
En los niños, la EP contribuyó a un patrón de susceptibilidad diferencial por el cual los niños con alto contenido de PE fueron particularmente susceptibles a los efectos del estrés interpersonal crónico, para bien o para mal.
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