Autor/autores:
Li Lei, Jing Jiang, Shitong Zhong...(et.al)
Aunque varios estudios han adoptado un enfoque transdiagnóstico para investigar la relación entre la depresión y las alteraciones cerebrales metabólicas o funcionales, el sustrato estructural de la depresión en diversas categorías diagnósticas ha sido menos explorado. Este estudio se centró en examinar los correlatos estructurales de la depr...
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Aunque varios estudios han adoptado un enfoque transdiagnóstico para investigar la relación entre la depresión y las alteraciones cerebrales metabólicas o funcionales, el sustrato estructural de la depresión en diversas categorías diagnósticas ha sido menos explorado.
Este estudio se centró en examinar los correlatos estructurales de la depresión a través de diferentes categorías clínicas utilizando imágenes cerebrales basadas en el volumen de materia gris y las propiedades topológicas de redes cerebrales.
Específicamente, el estudio incluyó pacientes con trastorno depresivo mayor (TDM) y trastorno de estrés postraumático (TEPT), dos trastornos que a menudo comparten síntomas depresivos pero que tienen diferentes mecanismos subyacentes.
Todos los pacientes eran personas sin tratamiento farmacológico previo, con una gravedad de la depresión que oscilaba entre leve y grave.
El objetivo de este estudio fue identificar correlatos transdiagnósticos de la depresión en dos categorías diagnósticas clínicas (TDM y TEPT) mediante el análisis del volumen de materia gris regional y las propiedades topológicas de las redes basadas en materia gris. Además, se compararon los hallazgos con un grupo de control sano para investigar las diferencias estructurales cerebrales específicas de la depresión en estos trastornos.
El estudio incluyó un total de 103 pacientes, 52 con trastorno depresivo mayor y 51 con trastorno de estrés postraumático, así como un grupo de control de 62 participantes sanos. Mediante resonancia magnética estructural, se analizó el volumen de materia gris regional y las propiedades topológicas de las redes basadas en la materia gris.
El análisis se realizó tanto a nivel local como global, buscando correlaciones entre la gravedad de los síntomas depresivos y las características estructurales cerebrales.
A nivel local, se investigan las correlaciones entre la gravedad de la depresión y el volumen de materia gris en áreas específicas del cerebro, como el giro frontal medio y la amígdala.
A nivel global, se evalúan medidas topológicas de integración cerebral, como la longitud de la trayectoria característica normalizada, que refleja la capacidad del cerebro para integrar información de manera eficiente.
Los resultados mostraron que, a nivel local, la gravedad de la depresión se correlacionaba positivamente con el volumen de materia gris en el giro frontal medio derecho, una región relacionada con funciones ejecutivas y la regulación emocional. Por otro lado, se verificará una compensación negativa con las propiedades topológicas nodales en la amígdala derecha, una región clave en el procesamiento emocional. Esto sugiere que, a medida que aumenta la gravedad de los síntomas depresivos, el volumen en áreas prefrontales aumenta, mientras que la conectividad funcional de la amígdala, un componente del circuito límbico, se ve deteriorada.
A nivel global, la gravedad de la depresión transdiagnóstica se correlacionó positivamente con la longitud de la trayectoria característica normalizada, lo que indica una menor capacidad de integración cerebral en pacientes con mayor gravedad de síntomas. En comparación con el grupo de control, tanto los pacientes con TDM como los de TEPT mostraron cambios en las propiedades nodales de regiones clave del circuito frontolímbico-estriatal, que incluye la corteza prefrontal, la amígdala y el estriado.
Estos hallazgos sugieren que, aunque los dos trastornos difieren en su sintomatología y etiología, comparten alterAdemás, los pacientes con TDM mostraron una organización topológica global caracterizada por una menor integración y segregación cerebral en comparación con los controles. Esto implica que el cerebro de las personas con TDM tiene una menor capacidad para integrar eficientemente la información entre diferentes regiones cerebrales, lo que podría explicar algunos de los déficits cognitivos y emocionales asociados con este trastorno.
Este estudio proporciona evidencia de un sustrato estructural basado en la materia gris que sustenta la depresión en diferentes categorías clínicas, sugiriendo que el circuito prefrontal-amígdala podría servir como un marcador predictivo de los síntomas depresivos.
Las alteraciones en la conectividad de la amígdala, junto con los cambios en el volumen prefrontal, parecen ser características clave de la depresión en ambos trastornos, independientemente de su diagnóstico clínico específico.
Además, las alteraciones globales en la integración cerebral observadas en el trastorno depresivo mayor refuerzan la idea de que la depresión implica disfunciones en la conectividad cerebral que afectan la capacidad del cerebro para procesar y regular las emociones. Estos hallazgos pueden contribuir al desarrollo de intervenciones dirigidas a mejorar la conectividad en circuito.
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