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Los síntomas de conmoción cerebral de los niños pueden persistir durante mucho tiempo tras la lesión
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Fecha de publicación: 15/05/2014
Artículo revisado por nuestra redacción
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Los niños que sufren una conmoción cerebral pueden sufrir unos efectos duraderos mucho después de que los síntomas físicos desaparezcan, informan unos investigadores de EE. UU. En un estudio de la división de medicina de emergencia del Hospital Pediátrico de Boston, los médicos hallaron que, aunque el dolor de cabeza, el mareo y la visión borrosa pueden aparecer de inmediato tras una c...
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Los niños que sufren una conmoción cerebral pueden sufrir unos efectos duraderos mucho después de que los síntomas físicos desaparezcan, informan unos investigadores de EE. UU.
En un estudio de la división de medicina de emergencia del Hospital Pediátrico de Boston, los médicos hallaron que, aunque el dolor de cabeza, el mareo y la visión borrosa pueden aparecer de inmediato tras una conmoción, los síntomas emocionales y mentales, como la irritabilidad y la frustración, aparecen más tarde y persisten más tiempo.
"Los pacientes y sus familias deben esperar que los síntomas físicos que experimentan tras una lesión en la cabeza mejoren en las próximas semanas, pero que los síntomas emocionales puedan aparecer más adelante, incluso cuando los síntomas físicos se aquietan", apuntó el investigador líder, el Dr. Matthew Eisenberg.
"Solo si sabemos qué síntomas se pueden anticipar tras una conmoción cerebral podemos ayudar a tranquilizar a los pacientes y a los familiares de que lo que experimentan es normal, saber cuándo buscar ayuda adicional, y garantizar que los niños tomen las precauciones adecuadas respecto a la escuela y los deportes para alcanzar una recuperación completa", añadió Eisenberg.
Para el estudio, que aparece en la revista Pediatrics, el equipo de Eisenberg utilizó unos cuestionarios para dar seguimiento a 235 niños y adultos jóvenes de 11 a 22 años de edad que sufrieron conmociones y que acudieron al departamento de emergencias pediátricas.
Se dio seguimiento a los pacientes durante tres meses tras la lesión, o hasta que sus síntomas desaparecieran. En ese periodo, se les preguntó sobre los síntomas, la actividad deportiva, y el rendimiento escolar y deportivo.
Los síntomas físicos más comunes fueron el dolor de cabeza, el mareo y la fatiga, que tendían a comenzar de inmediato tras la lesión y mejoraron con el tiempo. La mayoría también presentó síntomas mentales, como dificultades para concentrarse y tardar más tiempo para pensar, hallaron los investigadores.
Aunque la mayoría de los niños se recuperaron en un plazo de dos semanas tras la lesión, el 25 por ciento seguían teniendo dolores de cabeza un mes tras la lesión, hallaron los investigadores. Además, más del 20 por ciento sufrían de fatiga, y casi el 20 por ciento reportaron tardar más tiempo para pensar un mes tras la conmoción cerebral.
Para muchos, los síntomas emocionales (como la frustración y la irritabilidad) no fueron tan comunes de inmediato tras la lesión, pero se desarrollaron más adelante, anotaron los autores del estudio.
Acceso gratuito al texto completo.
En un estudio de la división de medicina de emergencia del Hospital Pediátrico de Boston, los médicos hallaron que, aunque el dolor de cabeza, el mareo y la visión borrosa pueden aparecer de inmediato tras una conmoción, los síntomas emocionales y mentales, como la irritabilidad y la frustración, aparecen más tarde y persisten más tiempo.
"Los pacientes y sus familias deben esperar que los síntomas físicos que experimentan tras una lesión en la cabeza mejoren en las próximas semanas, pero que los síntomas emocionales puedan aparecer más adelante, incluso cuando los síntomas físicos se aquietan", apuntó el investigador líder, el Dr. Matthew Eisenberg.
"Solo si sabemos qué síntomas se pueden anticipar tras una conmoción cerebral podemos ayudar a tranquilizar a los pacientes y a los familiares de que lo que experimentan es normal, saber cuándo buscar ayuda adicional, y garantizar que los niños tomen las precauciones adecuadas respecto a la escuela y los deportes para alcanzar una recuperación completa", añadió Eisenberg.
Para el estudio, que aparece en la revista Pediatrics, el equipo de Eisenberg utilizó unos cuestionarios para dar seguimiento a 235 niños y adultos jóvenes de 11 a 22 años de edad que sufrieron conmociones y que acudieron al departamento de emergencias pediátricas.
Se dio seguimiento a los pacientes durante tres meses tras la lesión, o hasta que sus síntomas desaparecieran. En ese periodo, se les preguntó sobre los síntomas, la actividad deportiva, y el rendimiento escolar y deportivo.
Los síntomas físicos más comunes fueron el dolor de cabeza, el mareo y la fatiga, que tendían a comenzar de inmediato tras la lesión y mejoraron con el tiempo. La mayoría también presentó síntomas mentales, como dificultades para concentrarse y tardar más tiempo para pensar, hallaron los investigadores.
Aunque la mayoría de los niños se recuperaron en un plazo de dos semanas tras la lesión, el 25 por ciento seguían teniendo dolores de cabeza un mes tras la lesión, hallaron los investigadores. Además, más del 20 por ciento sufrían de fatiga, y casi el 20 por ciento reportaron tardar más tiempo para pensar un mes tras la conmoción cerebral.
Para muchos, los síntomas emocionales (como la frustración y la irritabilidad) no fueron tan comunes de inmediato tras la lesión, pero se desarrollaron más adelante, anotaron los autores del estudio.
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