Las mujeres sexualmente cosificadas son percibidas como deshumanizadas. Esto puede afectar las respuestas neuronales y conductuales que subyacen a las reacciones empáticas del observador ante su dolor físico, aunque esta hipótesis aún carece de apoyo empírico.
En el presente estudio, medimos la actividad electrofisiológica de 30 participantes (14 mujeres ...
Las mujeres sexualmente cosificadas son percibidas como deshumanizadas. Esto puede afectar las respuestas neuronales y conductuales que subyacen a las reacciones empáticas del observador ante su dolor físico, aunque esta hipótesis aún carece de apoyo empírico.
En el presente estudio, medimos la actividad electrofisiológica de 30 participantes (14 mujeres y 16 hombres), en un paradigma de empatía por el dolor físico en el que se presentaban imágenes de mujeres sexualizadas y no sexualizadas en situaciones dolorosas y no dolorosas.
Los resultados conductuales revelaron que se evaluó que las mujeres sexualizadas experimentaban menos dolor que las mujeres no sexualizadas.
La evidencia neuronal corroboró este hallazgo y muestra que las mujeres sexualizadas carecen de percepción de dolor físico indirecto tanto en los potenciales relacionados con eventos (ERP) como en los dominios de oscilación cerebral.
Específicamente, el componente P2 y la sincronización/desincronización relacionada con eventos (ERS/ERD) en la banda de frecuencia mu difirieron entre estimulación dolorosa y no dolorosa exclusivamente cuando las mujeres no estaban sexualizadas.
Nuestros resultados proporcionan la primera evidencia de que las respuestas neurofisiológicas a la experiencia indirecta de el dolor físico se amortigua o incluso desaparece en las mujeres sexualizadas.
Estos hallazgos amplían nuestra comprensión de las firmas neurofisiológicas de los procesos empáticos y resaltan el efecto perjudicial de un sesgo de cosificación sexual en contextos cotidianos.
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