Artículo |
06/03/2014
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ong>Resumen
Exponemos el caso clínico de una paciente de 44 años, con obesidad I, derivada a una unidad especializada para el control del patrón de ingesta. La literatura muestra que los sujetos con obesidad extrema muestran una historia de peso diferente de las personas con obesidad I-II, ya que la predisposición genética es mayor en los obesos mórbidos.
Las pacientes candidatas a cirugía bariátrica suelen tener un inicio de obesidad más precoz que aquéllas con obesidad grado I-II. La obesidad I presenta ya un riesgo alto de comorbilidades que exige tratamiento, siendo la cirugía bariátrica el único recurso en muchos obesos mórbidos.
Sujetos con alteraciones de la conducta alimentaria tienen resultados peores tras la cirugía de la obesidad, sobre todo, cuando existen rasgos de personalidad, por continuar con un patrón alterado de la ingesta. Es recomendable controlar la conducta alimentaria para prevenir complicaciones en relación al grado de obesidad.
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Revista Norte de Salud Mental
Palabras clave: Obesidad, Síndrome de ingesta nocturna, Conducta alimentaria.