La investigadora Sarah Jackson y su equipo de las sucursales del Consorcio SPECTRUM del University College de Londres y del King's College de Londres (Reino Unido) realizaron una encuesta para estudiar cómo la salud mental se relaciona con los métodos que las personas usan para dejar de fumar, también conocidos como ayudas para dejar de fumar.
Si bien el número de adultos que fuman cigarrillos ha disminuido a nivel mundial, las personas con problemas de salud mental tienen más probabilidades de fumar y de hacerlo en mayor medida.
Debido a estas diferencias en el consumo de tabaco, los investigadores teorizaron que la eficacia de las ayudas para dejar de fumar puede verse alterada en personas con una enfermedad mental. Sin embargo, en sus hallazgos publicados en 'PLOS Mental Health', informan que las ayudas para dejar de fumar son en realidad igualmente efectivas para personas con y sin antecedentes de problemas de salud mental.
Los investigadores encuestaron a más de 5.000 personas que fumaban regularmente e intentaron dejar de fumar durante el año pasado. Alrededor del 45 por ciento de estos participantes informaron haber sido diagnosticados con una condición de salud mental. En línea con estudios anteriores, los participantes con problemas de salud mental informaron un mayor nivel de adicción a los cigarrillos.
Los métodos que utilizaron los participantes en sus intentos por dejar de fumar variaron ampliamente. Las ayudas para dejar de fumar más comunes fueron los productos de nicotina no combustibles. Los productos de vapeo fueron utilizados por el 39 por ciento de las personas con una condición de salud mental y el 31 por ciento de las personas sin ella. Los siguientes remedios más comunes fueron otros sustitutos de la nicotina de venta libre, como pastillas y parches.
Menos del 5 por ciento de los participantes informaron haber usado otras ayudas como medicamentos recetados o intervenciones conductuales.
Las personas con problemas de salud mental eran más propensas que las que no tenían a elegir productos de vapeo, terapias de reemplazo de nicotina recetadas y sitios web de autoayuda. Sin embargo, los investigadores encontraron que la condición de salud mental de una persona no parecía alterar la efectividad de estas ayudas para dejar de fumar ni de ninguna otra.
Entre todos los participantes, los investigadores informan que las ayudas más efectivas fueron el vapeo, un medicamento llamado vareniclina que interactúa con los receptores de nicotina en el cerebro, y los productos de tabaco calentados. Los productos de tabaco calentados son un nuevo tipo de ayuda para dejar de fumar que calienta las hojas de tabaco pero no las quema, y este estudio es el primero que analiza su eficacia en el mundo real.
Los investigadores no encontraron beneficios claros del uso de ninguna de las otras ayudas para dejar de fumar.
Los resultados de este estudio pueden ayudar a los fumadores y a los trabajadores sanitarios a tomar decisiones informadas a la hora de elegir métodos para dejar de fumar.
Los investigadores señalan que "no encontramos evidencia que sugiera que algún método para dejar de fumar fuera más o menos efectivo para las personas con antecedentes de problemas de salud mental. Nuestros hallazgos deberían brindar tranquilidad a las personas con problemas de salud mental que desean dejar de fumar, su condición no tiene por qué afectar su elección de ayuda para dejar de fumar", finalizan.