Autor/autores:
Gin S. Malhi, Erica Bell, Maedeh Jadidi...(et.al)
Desde hace más de medio siglo se sabe ampliamente que el litio es el tratamiento más eficaz para el trastorno bipolar. Sin embargo, a pesar de esto, su prescripción ha disminuido constantemente durante este mismo período de tiempo. Se han propuesto varias razones para esta aparente disparidad entre la evidencia y la práctica clínica, incluida la falta de ...
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Desde hace más de medio siglo se sabe ampliamente que el litio es el tratamiento más eficaz para el trastorno bipolar. Sin embargo, a pesar de esto, su prescripción ha disminuido constantemente durante este mismo período de tiempo.
Se han propuesto varias razones para esta aparente disparidad entre la evidencia y la práctica clínica, incluida la falta de confianza entre los médicos, posiblemente debido a la falta de capacitación y falta de familiaridad con la molécula.
Al mismo tiempo, ha aumentado la competencia dentro del arsenal farmacológico para el trastorno bipolar con tratamientos más nuevos que promueven una imagen de ser más seguros y fáciles de recetar, principalmente porque no requieren monitorización del plasma, lo que comprensiblemente resulta atractivo para los pacientes que luego ejercen sus preferencias en consecuencia.
Sin embargo, estos agentes algo incipientes aún no han alcanzado el estándar que ha alcanzado el litio en términos de su eficacia para proporcionar profilaxis contra el aparentemente inevitable recrudecimiento de los episodios agudos que marcan el curso del trastorno bipolar.
Además, ninguno de estos imitadores tiene los beneficios adicionales de prevenir el suicidio y quizás proporcionar neuroprotección. Por lo tanto, es urgente un cambio de estrategia que disipe decididamente los mitos sobre las supuestas dificultades en la prescripción del litio y la gravedad de sus efectos secundarios.
Es esta causa a la que hemos prometido nuestra lealtad y es con este fin que hemos escrito este artículo. Además, ninguno de estos imitadores tiene los beneficios adicionales de prevenir el suicidio y quizás proporcionar neuroprotección. Por lo tanto, es urgente un cambio de estrategia que disipe decididamente los mitos sobre las supuestas dificultades en la prescripción del litio y la gravedad de sus efectos secundarios. Es esta causa a la que hemos prometido nuestra lealtad y es con este fin que hemos escrito este artículo. Además, ninguno de estos imitadores tiene los beneficios adicionales de prevenir el suicidio y quizás proporcionar neuroprotección. Por lo tanto, es urgente un cambio de estrategia que disipe decididamente los mitos sobre las supuestas dificultades en la prescripción del litio y la gravedad de sus efectos secundarios. Es esta causa a la que hemos prometido nuestra lealtad y es con este fin que hemos escrito este artículo.
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