Objetivo
Los autores intentaron determinar si la intervención de salud mental Fast Track aplicada a personas en la infancia disminuyó los problemas de salud mental y la necesidad de servicios de salud entre los hijos de estas personas.
Métodos
Los autores examinaron si la asignación Fast Track en una generación de niños (generación 2; G2) desde e...
Objetivo
Los autores intentaron determinar si la intervención de salud mental Fast Track aplicada a personas en la infancia disminuyó los problemas de salud mental y la necesidad de servicios de salud entre los hijos de estas personas.
Métodos
Los autores examinaron si la asignación Fast Track en una generación de niños (generación 2; G2) desde el grado 1 al 10 redujo los problemas de salud mental informados por los padres y el uso de servicios de salud en los hijos de estos niños (generación 3; G3) 18 años después en comparación con un grupo de control.
La intervención Fast Track combinó capacitación en manejo del comportamiento de los padres, tutoría en habilidades sociocognitivas de los niños, visitas domiciliarias y cambios socioecológicos en el aula en los grados 1 a 10 para mejorar los problemas de conducta emergentes entre los niños del G2. Para este estudio, se evaluaron 1057 niños G3 de participantes de Fast Track (N=581 grupo de intervención, N=476 grupo de control).
Resultados
Los niños del G3 de padres del G2 que fueron asignados al azar al grupo de intervención Fast Track utilizaron menos servicios generales de internación y menos servicios de salud mental para pacientes hospitalizados o ambulatorios en comparación con los niños del G3 de padres del G2 asignados al azar al grupo de control.
Algunos de estos efectos fueron mediados: la aleatorización a Fast Track predijo menos problemas de internalización y menos uso de castigos corporales entre los adultos del G2 a la edad de 25 años, lo que posteriormente predijo un menor uso de servicios generales de internación y de servicios de salud mental para pacientes ambulatorios entre los niños del G3 en el momento en que Los padres del G2 tenían 34 años.
No hubo diferencias significativas entre los niños del G3 de estos dos grupos en el uso de otros servicios de salud o en las medidas de salud mental.
Conclusiones
Fast Track se asoció con un menor uso de servicios generales para pacientes hospitalizados y de servicios de salud mental para pacientes hospitalizados y ambulatorios intergeneracionalmente, pero los efectos sobre la salud mental de los niños informada por los padres no fueron evidentes entre generaciones.
Invertir en intervenciones para la salud mental de los niños podría reducir la carga del uso de servicios entre generaciones.
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