En un nuevo estudio de investigadores de Yale (Estados Unidos) demuestran que el 'desorden visual' altera el flujo de información en el cerebro, al igual que la ubicación precisa de ese desorden dentro del campo visual más amplio. Los hallazgos ayudan a aclarar la base neuronal de la percepción y ofrecen una comprensión más profunda de la corteza visual en el cerebro.
Publicado en la revista 'Neuron', el estudio recuerda que ya sea que mirando el teléfonos, la página de un libro o a la persona que está al otro lado de la mesa, los objetos que se enfocan nunca están aislados; siempre hay otros objetos o personas en el campo visual.
Hasta ahora, no se comprende bien cómo ese "desorden" visual afecta el procesamiento visual en el cerebro.
"Investigaciones anteriores han demostrado que el desorden visual tiene un efecto en el objetivo de tu percepción, y en diferentes grados dependiendo de dónde se encuentre ese desorden con respecto a dónde estás mirando en ese momento", menciona Anirvan Nandy, profesor asistente de neurociencia en la Facultad de Medicina de Yale (YSM) y coautor principal del estudio.
"Entonces, por ejemplo, si me piden que lea la palabra 'gato' con el rabillo del ojo, la letra 't' tendrá un efecto mucho mayor que la letra 'c' en mi incapacidad para identificar con precisión la letra 'a', aunque 'c' y 't' sean equidistantes de 'a'".
Este fenómeno se llama "hacinamiento visual" y es la razón por la que no podemos leer con el rabillo del ojo, por mucho que lo intentemos, y por la que nos resulta difícil identificar objetos cuando están ubicados entre el desorden en el borde de nuestro campo visual, expone Nandy.
Para el nuevo estudio, los investigadores se propusieron determinar qué sucede en el cerebro cuando existe este desorden visual.Para ello, entrenaron a monos macacos (una especie cuyos sistemas y capacidades visuales son muy similares a los humanos) para que fijaran la mirada en el centro de una pantalla mientras se presentaban estímulos visuales dentro y fuera de sus campos receptivos.
Durante esta tarea, los investigadores registraron la actividad neuronal en la corteza visual primaria del mono, la principal puerta de entrada del cerebro para el procesamiento de la información visual.
Los investigadores descubrieron que la ubicación específica de este desorden dentro del campo visual del mono no tenía mucho efecto en la forma en que la información pasaba entre las neuronas de la corteza visual primaria. Sin embargo, sí afectaba la eficiencia con que fluía esa información.
Es algo así como una cadena telefónica en la que se pide a los individuos que llamen a otra persona para transmitir una información hasta que, uno tras otro, todos los miembros del grupo hayan recibido la información.
En el caso de la percepción visual, dicen los investigadores, la ubicación del desorden visual no cambió el orden de la cadena telefónica, pero sí cambió la calidad con la que se transmitía el mensaje de persona a persona.
"Por ejemplo, el desorden visual en una ubicación impulsaría la información en una capa particular de la corteza visual primaria en menor medida que el desorden en otra ubicación", ejemplifica Monika Jadi , profesora asistente de psiquiatría en YSM y coautora principal del estudio.
Los investigadores también descubrieron una propiedad general de la corteza visual que hasta ahora no se conocía. Existen varias áreas del cerebro implicadas en la visión y el reconocimiento de un objeto, y la información pasa por esas regiones en un orden determinado.
Por ejemplo, la corteza visual primaria envía un paquete de información a la corteza visual secundaria, que a su vez envía su información a la siguiente parada.
"Lo que ya se entendía bien es que hay cálculos complejos que tienen lugar dentro de áreas visuales individuales y el resultado de estos cálculos se transfiere luego a la siguiente área a lo largo de la jerarquía visual para completar todo el cálculo de reconocimiento de objetos", expone Jadi.
Lo que los investigadores descubrieron en el nuevo estudio fue que también hay subunidades dentro de estas áreas más grandes que realizan sus propios cálculos y transmiten parte de esa información, pero no toda, a otras subunidades.
El hallazgo cierra una brecha que existía entre los diferentes campos que estudian la visión, cuenta Nandy.
Los investigadores ahora están interesados en cómo el desorden podría afectar el procesamiento de información entre regiones del cerebro y cómo la atención influye en este sistema.
"Cuando estás conduciendo, por ejemplo, puedes estar mirando el coche que tienes delante, pero tu atención podría estar centrada en un coche en el carril contiguo mientras intentas determinar si están a punto de incorporarse", añade Nandy. Por lo tanto, la información visual detallada que recibes proviene del automóvil que va delante de ti, pero la información de interés está fuera de tu foco.