Una investigación publicada en 'Heart Rhythm', la revista oficial de la Sociedad de Electrofisiología Cardíaca, la Sociedad de Electrofisiología Pediátrica y Congénita y la Sociedad de Ritmo Cardiaco (Estados Unidos) encuentra que más del 10% de los pacientes estudiados que tomaban los antipsicóticos quetiapina o haloperidol desarrollaron trastornos del ritmo cardíaco.
La investigación implicó un análisis retrospectivo de registros médicos electrónicos de una gran cohorte de pacientes de un proveedor de atención médica en Taiwán que recibieron terapia con quetiapina o haloperidol. Los investigadores evaluaron las incidencias, los factores de riesgo y los correlatos clínicos de la prolongación grave del intervalo QT (es decir, arritmias ventriculares y muerte cardíaca súbita) en estos pacientes.
Los resultados más significativos del estudio fueron que más del 10% de los pacientes desarrollaron una prolongación grave del QT durante el seguimiento y un mayor riesgo de arritmias ventriculares y muerte súbita cardíaca en los usuarios de quetiapina o haloperidol que desarrollaron una prolongación grave del QT.
El investigador principal del estudio, Shang-Hung Chang, de la División Cardiovascular del Departamento de Medicina Interna, del Hospital Conmemorativo Chang Gung de Taiwán, añade: "El uso de los antipsicóticos quetiapina y haloperidol para tratar los trastornos mentales está muy extendidos".
En un esfuerzo por mejorar la seguridad del paciente y optimizar el tratamiento de las personas que reciben estos medicamentos, hemos investigado las incidencias, los factores de riesgo y los resultados clínicos de la prolongación grave del intervalo QT para proporcionar información valiosa para los profesionales de la salud, los pacientes y los cuidadores", afirma.
De esta forma, los hallazgos subrayan la importancia de monitorear de cerca a los pacientes que reciben estos medicamentos e implementar estrategias de mitigación para garantizar la seguridad del paciente. Así, los expertos recomiendan que sería prudente realizar un ECG antes y después de comenzar a tomar un fármaco antipsicótico.
Si es una opción, se podría suspender el medicamento que causa la prolongación del intervalo QT y probar con un antipsicótico diferente. Pero si esto no es posible, se debe prestar especial atención a reducir otros factores de riesgo, como la prescripción de otros medicamentos que puedan exacerbar la prolongación del intervalo QT, además de estar atentos a la hipopotasemia.