Hoy en el Congreso Virtual Internacional de Psicología el área temática de la psicosis nos deja algunas conferencias y comunicaciones interesantes, una de ellas expone un caso clínico de dismorfofobia junto con una folie a deux. Otra expone cómo el consumo de tóxicos puede desencadenar el primer brote psicótico, y concluye que sólo se debe realizar un diagnóstico de trastorno psicótico inducido por sustancias en lugar de un diagnóstico de intoxicación por sustancias o de abstinencia de sustancias cuando los síntomas psicóticos sean excesivos en relación con los habitualmente asociados a los síndromes de intoxicación o abstinencia y cuando los síntomas sean de suficiente gravedad como para merecer la atención clínica independiente.
Si el juicio de la realidad permanece intacto, no se puede diagnosticar este trastorno. En su lugar deberá aparecer el diagnóstico de intoxicación por abstinencia de sustancias, con alteraciones perceptivas. Los flashbacks alucinatorios que pueden parecer largo tiempo después de haber usado alucinógenos son diagnosticados como trastorno perceptivo persistente por alucinógenos. Ante la falta que existe de correlación estadística ante el consumo de tóxicos y el brote psicótico, los expertos creen que existe una cierta predisposición individual a padecer un trastorno psicótico y que la exposición al éxtasis se limita a desencadenarla. "El riesgo depende no sólo de la cantidad consumida y de su frecuencia sino también de variables individuales como personalidades más predispuestas, situaciones de crisis personal, edad e influencia ambiental".