La prolongada epidemia de depresión pediátrica grave es un problema de salud pública importante, ya que solo un tercio de la población afectada recibe algún tipo de atención de salud mental.
Una nueva revisión sistemática, realizada por investigadores estaodunidenses, sugiere que las advertencias emitidas por la FDA sobre el uso de antidepresivos, destinadas a aumentar el seguimiento de los pensamientos suicidas entre los jóvenes, han provocado daños no intencionales.
El estudio fue dirigido por el Harvard Pilgrim Health Care Institute con colaboradores de la Universidad de Pensilvania, la Northeastern University, la Drexel University (todas en Estados Unidos) la London School of Economics and Political Science (Reino Unido), y la Universidad de Sydney (Australia). Los resultados se publican en 'Health Affairs'.
Desde 2003, la FDA ha advertido que los antidepresivos podrían estar relacionados con pensamientos y conductas suicidas en los jóvenes.
Estas advertencias, que se actualizaron a una advertencia de recuadro negro (el nivel de advertencia más grave) en 2005 para los menores de 18 años y se ampliaron en 2007 para incluir a los adultos jóvenes de hasta 24 años, tenían como objetivo fomentar la vigilancia de los médicos en el seguimiento de los pacientes para detectar pensamientos y conductas suicidas. Sin embargo, los expertos dicen que la evidencia muestra que dieron lugar a un deterioro de la salud mental pediátrica.
"Nuestro objetivo era evaluar los resultados previstos e imprevistos de las advertencias sobre los antidepresivos dirigidos a los jóvenes mediante la realización de una revisión sistemática de la evidencia más creíble en este campo", relata el autor principal Stephen Soumerai, profesor de medicina poblacional de la Facultad de Medicina de Harvard en el Instituto de Atención Sanitaria Pilgrim de Harvard (Estados Unidos).
"Examinamos todos los informes de investigación disponibles sobre las advertencias, centrándonos en aquellos que cumplían con los criterios rigurosos de diseño de investigación y sintetizamos los datos más fiables disponibles", señala.
El equipo de estudio examinó un total de 1.841 informes de investigación publicados sobre las advertencias que abarcan el período comprendido entre el 1 de enero de 2003 y el 31 de octubre de 2022. De ellos, 34 midieron los resultados de las advertencias, 11 de los cuales cumplieron con criterios de diseño de investigación bien reconocidos. Estos 11 informes incluyeron estudios que midieron cambios abruptos en las tendencias de resultados después de la advertencia de la FDA de octubre de 2003 y/o las advertencias de recuadro negro de enero de 2005.
La revisión encontró que menos del 5% de los pacientes pediátricos fueron monitoreados de acuerdo con las recomendaciones del cronograma de contacto recomendado por la FDA después del aviso. Esta baja tasa se mantuvo sin cambios con respecto a la tasa anterior a las advertencias. Cero estudios documentaron mejoras en la atención de la salud mental o disminuciones en los intentos de suicidio o suicidios después de que las advertencias entraron en vigencia.
Cuatro estudios, que incluyeron un total de más de 12 millones de pacientes, informaron reducciones sustanciales en las visitas al médico por depresión y diagnósticos de depresión. La mayoría de los estudios mostraron un aumento en el uso de antidepresivos en los años anteriores al Aviso de la FDA, seguido de reducciones abruptas y sostenidas en el uso después de las advertencias.
Siete estudios mostraron una reducción relativa en el tratamiento y el uso de antidepresivos que oscilaba entre el 20% y el 50%. Tres estudios mostraron aumentos en las intoxicaciones por medicamentos psicotrópicos (un indicador de intentos de suicidio) y muertes por suicidio entre pacientes pediátricos.
Si bien los adultos jóvenes de 18 a 24 años no se incluyeron en los estudios de pacientes pediátricos más jóvenes, los efectos de estas advertencias "se extendieron" a los adultos jóvenes que con frecuencia experimentaron disminuciones en la atención de la salud mental y aumentos en los suicidios.
Dado que es poco probable que un solo factor externo pueda explicar los múltiples efectos repentinos y paralelos sobre la atención de la depresión, la conducta suicida y las muertes por suicidio, los autores sugieren que permitir que las advertencias se mantengan puede contribuir a la continua crisis de salud mental pediátrica.
"Los efectos repentinos, simultáneos y radicales de estas advertencias -la reducción del tratamiento de la depresión y el aumento del suicidio- están documentados a lo largo de 14 años de sólida investigación.
La consistencia de los daños observados y la ausencia de beneficios observados después de las advertencias de recuadro negro indican que esto no es una coincidencia", describe Soumerai. "Recomendamos que la FDA considere la posibilidad de incorporar las advertencias de recuadro negro a la lista de advertencias de rutina que plantean menos riesgos para la salud, o potencialmente eliminar las advertencias por completo".