Los cánceres de cabeza y cuello (CCC) se asocian con altos índices de ansiedad. La ansiedad se ha vinculado a vías biológicas implicadas en la progresión del cáncer, aunque se sabe poco sobre sus efectos en la supervivencia general.
Planteamos la hipótesis de que los niveles más altos de ansiedad antes del tratamiento en pacientes con CCC pr...
Los cánceres de cabeza y cuello (CCC) se asocian con altos índices de ansiedad. La ansiedad se ha vinculado a vías biológicas implicadas en la progresión del cáncer, aunque se sabe poco sobre sus efectos en la supervivencia general.
Planteamos la hipótesis de que los niveles más altos de ansiedad antes del tratamiento en pacientes con CCC predecirían una supervivencia general más pobre a los 2 años y esperábamos que esta relación estuviera mediada tanto por la inflamación sistémica como por la respuesta del tumor al tratamiento.
Métodos
Los pacientes ( N = 394) informaron sintomatología de ansiedad a través del GAD-7 en la planificación del tratamiento. La evaluación hematológica previa al tratamiento proporcionó un índice de inflamación sistémica (SII; N = 292). La revisión de los datos clínicos arrojó la respuesta tumoral y la supervivencia general. Las regresiones logísticas y múltiples y los modelos de riesgos proporcionales de Cox probaron las relaciones hipotéticas.
Resultados
Los niveles más altos de ansiedad antes del tratamiento se asociaron significativamente con una peor supervivencia a los 2 años (cociente de riesgos instantáneos [HR], 1, 039; intervalo de confianza [IC] del 95 %, 1, 014-1, 066, p = 0, 002).
La asociación entre la ansiedad y el SII no fue significativa, aunque la ansiedad se asoció con una peor respuesta tumoral (odds ratio [OR], 1, 033; IC del 95 %, 1, 001-1, 066, p = 0, 043). La respuesta tumoral medió completamente la relación entre los síntomas de ansiedad y la supervivencia a los 2 años (HR, 9, 290; IC del 95 %, 6, 152-14, 031, p < 0, 001).
Conclusiones
La ansiedad se asoció con la supervivencia general. La respuesta tumoral, pero no la inflamación sistémica, surgió como una posible vía biológica que media este efecto. La detección de la ansiedad puede ser beneficiosa para ayudar a abordar prospectivamente estas preocupaciones y mejorar el impacto potencialmente perjudicial en los resultados clínicamente significativos del cáncer.