Participación en el tratamiento y especificadores múltiples entre niños y niñas con trastorno de conducta

Los especificadores callous-unemotional (CU), daring-impulsive (DI) y grandiose-manipulative (GM) han sido propuestos como marcadores relevantes para orientar el tratamiento de jóvenes con trastorno de conducta (CD). Estos rasgos permiten identificar subgrupos clínicamente distintos, lo que podría favorecer la personalización de las intervenciones terapéuticas. Sin embargo, la evidencia empírica sobre su impacto en la implicación en el tratamiento (TE, por sus siglas en inglés) sigue siendo limitada, y las diferencias por sexo apenas han sido exploradas.

En este estudio se evaluó la relación entre dichos especificadores y la TE en una muestra clínica de 355 adolescentes (286 chicos y 69 chicas) diagnosticados con CD. La sintomatología y el diagnóstico de CD se determinaron mediante entrevistas diagnósticas estructuradas, mientras que los especificadores, la TE, los problemas internalizantes y las características de TDAH y trastorno negativista desafiante (ODD) fueron evaluados con cuestionarios de autoinforme. Se realizaron análisis de regresión lineal múltiple para examinar las asociaciones únicas entre los especificadores y la TE, controlando la solapación entre rasgos y variables clínicas relevantes (número de síntomas de CD, problemas internalizantes y comorbilidad con TDAH/ODD).

Los análisis iniciales mostraron que, en los chicos, los tres especificadores (CU, DI y GM) se correlacionaron de forma negativa con la TE, es decir, a mayor presencia de estos rasgos, menor compromiso en el tratamiento. En las chicas no se hallaron correlaciones significativas en este nivel inicial. Sin embargo, tras controlar la solapación entre variables y los factores clínicos, los resultados se matizaron:

- En los chicos, solo los rasgos CU se relacionaron significativamente de manera negativa con la TE, confirmando su relevancia clínica.

- En las chicas, los rasgos GM mostraron una asociación positiva e inesperada con dos dimensiones de la TE, lo que sugiere que ciertas características grandiosas o manipulativas podrían favorecer, en este grupo, un mayor compromiso en el proceso terapéutico.

Además, se identificaron diferencias significativas por sexo en la relación entre TE y rasgos GM, lo que apunta a un patrón diferenciado de cómo los especificadores se vinculan con la implicación en el tratamiento.

En conjunto, los hallazgos subrayan la importancia clínica de los rasgos CU en chicos y de los rasgos GM en chicas con CD, a la hora de comprender la variabilidad en los niveles de TE. El vínculo positivo entre GM y TE en chicas requiere replicación en futuros estudios, así como investigaciones adicionales que exploren la relación de estos especificadores con otros correlatos clínicamente relevantes, como la respuesta terapéutica y los resultados a largo plazo.

Resumen modificado por Cibermedicina

Para acceder al texto completo consulte las características de suscripción de la fuente original:https://link.springer.com/