La depresión, como enfermedad mental común que a menudo va acompañada de conductas suicidas y homicidas, es una de las enfermedades más importantes en el campo médico que requiere atención urgente.
La patogénesis de la depresión es compleja y los fármacos terapéuticos actuales, como los antidepresivos tricíclicos (ATC), ...
La depresión, como enfermedad mental común que a menudo va acompañada de conductas suicidas y homicidas, es una de las enfermedades más importantes en el campo médico que requiere atención urgente.
La patogénesis de la depresión es compleja y los fármacos terapéuticos actuales, como los antidepresivos tricíclicos (ATC), los inhibidores de la monoaminooxidasa y los inhibidores secundarios de la recaptación de serotonina, tienen ciertas deficiencias.
La hipótesis del factor inflamatorio, una de las patogénesis de la depresión, sugiere que la respuesta inflamatoria es un factor clave que conduce a la aparición y desarrollo de la depresión, y que la sobreactivación de factores inflamatorios como NLRP3, el receptor tipo Toll 4 e IDO conduce a la inmunidad.
La otra hipótesis patogénica, la hipótesis de la flora intestinal, también ha sido el foco de investigaciones recientes. La flora intestinal puede trabajar junto con factores inflamatorios para causar depresión.
El enfoque para tratar la depresión ha sido alterar la flora intestinal mediante fármacos o probióticos. Sin embargo, faltan métodos de tratamiento claros y eficaces.
En este estudio, al explorar la participación de la flora intestinal y los factores inflamatorios en la patogénesis de la depresión, encontramos que mejorar la flora intestinal puede afectar los factores inflamatorios y, por lo tanto, proporcionar ideas de investigación para el desarrollo de nuevos fármacos para tratar la depresión.
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