En este informe, analizamos el caso de un paciente con esclerosis múltiple (EM), de 62 años, que aprendió a alcanzar y mantener la eutimia a pesar de sus dolencias. Tiene el síndrome de Ehlers Danlos (EDS), asma, EM, urticaria y depresión mayor (DM). A pesar de las limitaciones florecientes, el paciente es un científico consumado, que luchó durante...
Tratamiento de la depresión mayor de larga duración en un paciente con esclerosis múltiple

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Autor/autores: Sachinvala ND, Stergiou A y Haines DE
Artículo revisado por nuestra redacción
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En este informe, analizamos el caso de un paciente con esclerosis múltiple (EM), de 62 años, que aprendió a alcanzar y mantener la eutimia a pesar de sus dolencias. Tiene el síndrome de Ehlers Danlos (EDS), asma, EM, urticaria y depresión mayor (DM).
A pesar de las limitaciones florecientes, el paciente es un científico consumado, que luchó durante más de doce años para salir de estar confinado en la cama y la silla de ruedas con EM, caminar con muletas, bucear, escribir manuscritos y vivir una vida positiva. A través de ex educadores, él volvió a adquirir hábitos de resolución de problemas para estudiar la literatura sobre sus enfermedades; mantener registros; probar nuevas terapias; y usar métodos farmacéuticos, nutricionales, físicos y psicológicos para lograr la eutimia.
Con esta inculcación, años más tarde, descubrió que el dimetil fumarato (DMF) suprimía la inflamación, los cólicos, la urticaria y el asma; y la combinación de bupropión, S-adenosilmetionina (SAMe), vitamina D3 (vit-D3), yoga y autohipnosis aliviada MD. Luego, después de un descanso de 14 meses, el paciente descubrió que tenía un craneofaringioma de aparición adulta: un tumor benigno y recurrente epitelial que crece a partir de tejido embrionario vestigial (la bolsa de Rathke) que formaba la hipófisis anterior. El tumor crece agresivamente y causa pérdida de tejidos y funciones circundantes. Causó dolores de cabeza, desorientación, pérdida de visión bitemporal, entre otros problemas.
Para salir de este enigma, el paciente empleó sus hábitos reaprendidos; el cóctel antidepresivo anterior (bupropión, SAMe y vit-D3); y con 30 tratamientos de radiación estereotácticos fraccionados redujo su tumor y ganó alivio. Este es un caso único, y los métodos que descubrimos por casualidad pueden no funcionar para otros pacientes con enfermedades crónicas.
En consecuencia, queremos alentar a tales pacientes y sus médicos a discutir sus experiencias en dominios revisados por pares para que los lectores adquieran nuevas perspectivas que ayuden a individualizar su atención y tengan vidas productivas y contentas.
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