Noticia |
10/04/2014
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11 de abril: Día Mundial del Parkinson
- Entre 120.000 y 150.000 personas padecen la Enfermedad de Parkinson y, cada año, se detectan unos 10.000 casos nuevos.
- El 52% de las personas afectadas tarda una media de 1 a 5 años desde que aparece el primer síntoma hasta ser diagnosticados. Un 19% espera más de 5 años en recibir el diagnóstico definitivo.
- La Sociedad Española de Neurología (SEN) insiste en la necesidad de fomentar el conocimiento de esta enfermedad para mejorar los tiempos de diagnóstico. Un 50% de los europeos desconocen que es una enfermedad neurológica y un porcentaje aún mayor no sabría identificar ciertos síntomas o no cree que sea una enfermedad invalidante.
- En el 30-40% de los casos de enfermedad de Parkinson no hay temblor; en un 40% de los casos, la primera manifestación del Parkinson es la depresión.
10 de abril de 2014.- Mañana, 11 de abril, se conmemora en Día Mundial de la Enfermedad de Parkinson, una patología degenerativa y crónica del sistema nervioso, caracterizada por afectar a las zonas del cerebro encargadas del control y coordinación del movimiento y del equilibrio. La Sociedad Española de Neurología (SEN) estima que en España existen 120.000-150.000 afectados y que cada año se diagnostican unos 10.000 casos nuevos. No obstante, mejorar el tiempo de diagnóstico de esta enfermedad debe ser una prioridad: Un reciente estudio señala que el 52% de las personas afectadas en España tarda una media de 1 a 5 años desde que aparece el primer síntoma hasta ser diagnosticados y que un 19% espera más de 5 años en recibir el diagnóstico definitivo.
A pesar de que la Enfermedad de Parkinson es la segunda patología neurodegenerativa, tras el Alzheimer, más numerosa, existe mucho desconocimiento y falsas creencias sobre esta enfermedad que dificulta mucho el diagnostico, señala la Dra. Rosario Luquín Piudo, Coordinadora del Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de la Sociedad Española de Neurología. Por ejemplo, se tiende a pensar que el Parkinson solo afecta a personas mayores, cuando en un 15% de los casos los pacientes son menores de 45 años, o que la primera y única manifestación de la enfermedad es el temblor, cuando, en un alto porcentaje de pacientes no se manifiesta. Para la SEN resulta, pues, vital dedicar esfuerzos a fomentar el conocimiento de esta enfermedad de la que según apuntan algunos estudios de ámbito europeo, más de un 50% de la población desconoce que es una enfermedad neurológica y un porcentaje aún mayor no sabría identificar ciertos síntomas como propios de la patología o no cree que sea una enfermedad invalidante.
Una creencia bastante extendida y errónea es pensar que el Parkinson solo afecta a personas mayores. Aunque por lo general, la edad de comienzo de la enfermedad suele ser cuando el paciente alcanza la mediana edad el 70% de las personas que padecen Parkinson en España tiene más de 65 años, lo que supone el 2% de los mayores de esta edad padecen la enfermedad- existe un porcentaje importante de casos, un 15%, de pacientes que no superan los 45 años. También existen casos, aunque muy raros, en la que la enfermedad puede iniciarse en la infancia o en la adolescencia.
Por otra parte, el Parkinson no es ni sinónimo de temblor, ni éste tiene por qué ser su primer y único síntoma. En el 30-40% de los casos de enfermedad de Parkinson no hay temblor, es más, en un 40% de los casos, la primera manifestación del Parkinson es la depresión, señala la Dra. Rosario Luquin. Aunque el temblor, así como la rigidez muscular, la lentitud de movimientos, caminar arrastrando los pies, problemas de equilibrio o dar pasos lentos son algunos de los síntomas motores más llamativos, existen una serie de síntomas no motores que pueden aparecer mucho antes. Además de la depresión, que es un síntoma habitual y puede aparecer desde el principio de la enfermedad en un alto porcentaje de casos, también ansiedad e irritabilidad, demencia (entre el 15 y el 25% de los pacientes pueden desarrollarla), trastornos de sueño, hormigueo o dolor en las extremidades, fatiga, disfunción olfatoria (presente en un 90% de los pacientes),
son otros síntomas a tener en cuenta.
Unido al hecho de que a enfermedad de Parkinson afecta y progresa en cada individuo de manera diferente, también queda mucho que hacer en el campo de la investigación, que dificulta el diagnostico. Actualmente no se conocen las causas de la enfermedad en un 85% de los casos (aproximadamente un 10% se consideran hereditarias y un 5% podrían tener un origen ambiental o tóxico) y no existe una prueba que permita establece con total garantía que un sujeto padece la enfermedad. Cuando el inicio de la enfermedad se manifiesta por temblor, el diagnostico suele realizarse de forma más temprana, pero cuando hablamos, por ejemplo, de depresión, torpeza motora o dolor, fatiga, es cuando se producen retrasos en el diagnóstico, tanto porque el paciente o su familia no le dan la importancia que realmente tienen, como porque se derivan a otros especialistas, explica la Dra. Rosario Luquin. Es importante mejorar los tiempos de diagnóstico porque cuanto antes se inicie el tratamiento, mejor calidad de vida tendrán los pacientes. Aunque no exista un tratamiento definitivo para la enfermedad y éste deba ser individualizado, en los inicios de la enfermedad es cuando se obtiene la mejor respuesta de los fármacos existentes.
En todo caso, en los últimos años, se ha avanzado mucho en el conocimiento de la enfermedad lo que hace que sea una de las patologías con mayores expectativas en tratamientos futuros. Todavía tenemos mucho que investigar en la búsqueda de biomarcadores adecuados en la fase presintomática de la enfermedad, así como lograr encontrar algún tratamiento que permita detener o corregir la degeneración neuronal. En todo caso, hay muchas investigaciones en marcha, bastante prometedoras, que tratan de encontrar nuevas moléculas o nuevos fármacos. Además, se ha avanzado muchísimo en la investigación del posible uso de las células madre, así como en el uso de la cirugía funcional para aquellos pacientes menores de 60 años que no responden al tratamiento, concluye la Dra. Rosario Luquin