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¿Qué se sabe sobre los efectos de los cannabinoides en las funciones cognitivas?

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Noticia | Fecha de publicación: 05/08/2025
Artículo revisado por nuestra redacción

En los últimos años, los cannabinoides han despertado un gran interés en la investigación médica y psicológica, tanto por sus potenciales beneficios terapéuticos como por los riesgos asociados a su consumo. En el ámbito clínico, el debate se centra en comprender cómo estos compuestos afectan a las funciones cognitivas, es deci...



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En los últimos años, los cannabinoides han despertado un gran interés en la investigación médica y psicológica, tanto por sus potenciales beneficios terapéuticos como por los riesgos asociados a su consumo. En el ámbito clínico, el debate se centra en comprender cómo estos compuestos afectan a las funciones cognitivas, es decir, a procesos esenciales como la memoria, la atención, la toma de decisiones y la velocidad de procesamiento.



 



Antes de profundizar, es importante señalar que, en caso de utilizar derivados legales como el Cannabidiol (CBD), se debe optar por tiendas de confianza y productos con certificados de laboratorio, para garantizar pureza y seguridad. Un ejemplo de ello es Cannabidiol (CBD) de iberohemp, que cuenta con estándares de calidad contrastados.



¿Qué son los cannabinoides y cómo actúan en el cerebro?



Los cannabinoides son compuestos químicos presentes en la planta Cannabis sativa que interactúan con el sistema endocannabinoide, un conjunto de receptores (CB1 y CB2) distribuidos en el cerebro y en todo el organismo. Este sistema regula funciones relacionadas con el estado de ánimo, el dolor, la memoria y el apetito.



Los dos compuestos más estudiados son:




  • THC (tetrahidrocannabinol): psicoactivo, altera la percepción y genera efectos euforizantes.


  • CBD (cannabidiol): no psicoactivo, con propiedades ansiolíticas, antiinflamatorias y potencial neuromodulador.



Impacto en las funciones cognitivas: ¿qué dicen los estudios?



Las investigaciones muestran resultados heterogéneos. Mientras que el THC, en consumos crónicos y dosis elevadas, se asocia con deterioro en memoria de trabajo, atención sostenida y flexibilidad cognitiva, el CBD no parece tener efectos negativos significativos en estos dominios, e incluso podría contrarrestar algunos impactos adversos del THC.



Un metaanálisis publicado en JAMA Psychiatry (2020) indica que el consumo frecuente de cannabis rico en THC se vincula con alteraciones en la memoria verbal y la velocidad de procesamiento, especialmente en adolescentes y adultos jóvenes. Sin embargo, estos efectos son en gran parte reversibles tras la abstinencia prolongada.



En cuanto al CBD, revisiones sistemáticas recientes sugieren que no afecta negativamente la función cognitiva y que, en ciertos contextos clínicos (por ejemplo, epilepsia refractaria), puede tener un efecto protector sobre la neuroplasticidad. No obstante, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que se requieren más estudios a largo plazo para confirmar estos hallazgos (OMS).



 



Uso terapéutico y regulación en España



En España, el marco regulatorio distingue claramente entre cannabis recreativo e industrial. Actualmente, el uso medicinal del cannabis está regulado bajo condiciones específicas, y su prescripción depende de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) (ver normativa AEMPS).



Por el momento, el CBD de uso tópico o en complementos alimenticios es legal siempre que cumpla con la normativa europea, sin contener THC por encima de los límites establecidos.



Riesgos y consideraciones clínicas



Desde la perspectiva psicológica y psiquiátrica, es fundamental:




  • Evaluar la dosis y la frecuencia: el riesgo cognitivo aumenta con consumos elevados y precoces.


  • Considerar la edad: el cerebro adolescente es más vulnerable a alteraciones en memoria y atención.


  • Advertir sobre el policonsumo: la combinación con alcohol u otras drogas potencia los efectos adversos.



Por ello, la supervisión profesional y el consumo responsable son esenciales en cualquier contexto que implique cannabinoides.



Los cannabinoides presentan un campo prometedor para la investigación clínica, pero no exento de riesgos. El THC, en particular, puede afectar funciones cognitivas clave cuando se consume en exceso o en etapas tempranas del desarrollo. En cambio, el CBD muestra un perfil más seguro, aunque la evidencia aún es limitada.



Para profesionales de la salud mental, es imprescindible mantenerse actualizados, ofrecer educación basada en evidencia y acompañar a los pacientes en decisiones informadas sobre el uso de estos compuestos.



Referencias bibliográficas 





  • Batalla, A., Bhattacharyya, S., Yücel, M., et al. (2019). The impact of cannabis use on brain structure and function in adolescents: A systematic review. Neuroscience & Biobehavioral Reviews, 96, 63-81.





  • Hoch, E., Niemann, D., von Keller, R., & Preuss, U. W. (2019). Risks associated with the non-medicinal use of cannabis. Deutsches Ärzteblatt International, 116(26), 463–469.





  • Organización Mundial de la Salud (OMS). (2018). Cannabidiol (CBD): Pre-Review Report. Ginebra: OMS. Disponible en: https://www.who.int/es





  • Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). (2024). Normativa sobre uso medicinal del cannabis en España. Disponible en: https://www.aemps.gob.es/




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