Procrastinación crónica: nuevos datos revelan cómo emociones y pensamiento errante median el control atencional
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Autor/autores: Ewa Wiwatowska, Magdalena Prost, Tao Coll-Martin...(et.al)
Artículo revisado por nuestra redacción
Un nuevo estudio aporta evidencia sobre los mecanismos psicológicos que explican por qué algunas personas procrastinan de manera crónica. Aunque investigaciones previas habían asociado la procrastinación con un bajo control atencional y dificultades para regular las emociones, no estaba claro cómo interactuaban estos factores ni qué papel desempe&nt...
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Un nuevo estudio aporta evidencia sobre los mecanismos psicológicos que explican por qué algunas personas procrastinan de manera crónica. Aunque investigaciones previas habían asociado la procrastinación con un bajo control atencional y dificultades para regular las emociones, no estaba claro cómo interactuaban estos factores ni qué papel desempeñaba la divagación mental espontánea (mind-wandering).
En esta investigación, estudiantes universitarios completaron cuestionarios y realizaron el Attentional Networks Test for Interactions and Vigilance, que evalúa componentes ejecutivos y de activación de la vigilancia atencional. Los resultados mostraron que la procrastinación rasgo se relaciona negativamente con algunos índices de vigilancia ejecutiva y de arousal, lo que respalda la idea de que una atención menos eficiente favorece la postergación de tareas.
Sin embargo, uno de los hallazgos más relevantes surgió al incluir en los modelos las variables de desregulación emocional y divagación mental espontánea. Cuando estos factores se añadieron, las asociaciones directas entre procrastinación y medidas de vigilancia desaparecieron. Esto sugiere que no sería la atención en sí misma la causa principal, sino la dificultad para manejar emociones negativas y el pobre control sobre el foco de los propios pensamientos.
Según los autores, estos resultados indican que las personas que procrastinan con frecuencia podrían verse atrapadas en un ciclo en el que las emociones difíciles y la tendencia a que la mente divague interfieren en su capacidad para mantener la atención, incrementando la postergación de tareas a largo plazo.
Resumen modificado por Cibermedicina
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