Después del diagnóstico de cáncer de mama (BCD), los pacientes con cáncer de mama localizado (BC) se tratan con intención curativa mediante varias modalidades terapéuticas.
A pesar del beneficio de esas terapias, la inducción de efectos secundarios es una consecuencia común que afecta los resultados psicosociales y fisiológicos.
Est...
Después del diagnóstico de cáncer de mama (BCD), los pacientes con cáncer de mama localizado (BC) se tratan con intención curativa mediante varias modalidades terapéuticas.
A pesar del beneficio de esas terapias, la inducción de efectos secundarios es una consecuencia común que afecta los resultados psicosociales y fisiológicos.
Este estudio cuasi-experimental comparó la aptitud física en pacientes con BCD a corto plazo (14–30 meses; n = 11) y posteriores (74–92 meses; n = 8).
Después de la inclusión, los pacientes con BCD de término reciente se involucraron en un programa de ejercicio supervisado y se exploró su impacto en la condición física, la calidad de vida relacionada con la salud (HR-QOL) y la fatiga.
Al inicio del estudio (M1) y después de 8 (M2) y 16 semanas (M3) de este período, se evaluaron la HR-QOL y la fatiga mediante el cuestionario EORTC QLQ-C30 y el estado físico mediante la estimación del consumo máximo de oxígeno (VO2max, ml). kg. min – 1), fuerza de empuñadura (kg) y prueba de posición sentada.
Al inicio del estudio, las mujeres con BCD tardío revelaron una mejor VO2max (p <0. 05) que las pacientes con BCD a término reciente.
Hubo una importante interacción del tiempo en grupo para los resultados de aptitud física y solo los pacientes que han participado en el programa de ejercicios informaron cambios significativos entre el inicio y las 16 semanas. Los resultados observados demostraron que la realización de ejercicio regular se asocia con una recuperación psicosocial y fisiológica efectiva después del BCD.
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