MADRID, 9 Sep. (EUROPA PRESS) - Investigadores del Kliniken Essen Mitte Evang (Alemania) han constatado que el impacto psicosocial que tiene la quimioterapia en los pacientes con cáncer es más acusado que los efectos secundarios provocados por este tratamiento, como las náuseas o los vómitos, que hasta ahora era lo que más preocupaba a estos enfermos. Así se desprende de los resultados preliminares de un estudio presentado durante el Congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO, por sus siglas en inglés) 2017, que se celebra en Madrid, en el que participan más de 23.000 profesionales de más de 130 países.
Los efectos secundarios de la quimioterapia afectan seriamente a la vida cotidiana de los pacientes de cáncer y su manejo es una preocupación de largo plazo para los médicos. Evaluaciones de los pacientes sobre el tema se han llevado a cabo regularmente desde 1983. El nuevo estudio revela que las percepciones de los efectos secundarios de la quimioterapia en pacientes con cáncer de mama y ovario cambian no sólo con el tiempo, sino también a lo largo del tratamiento.
"Con el análisis más reciente que se remonta a 2002, sentimos que era el momento de recopilar nuevos datos y actualizar el formato de la entrevista", señala la autora del estudio Beyhan Ataseven, de Kliniken Essen Mitte Evang, Huyssens-Stiftung en Essen, Alemania. "Las condiciones de vida han cambiado, así como las terapias asociadas a la quimioterapia. Como médicos, queremos saber lo que nuestros pacientes se preocupan", apunta.
Contrariamente a los estudios anteriores, el equipo dirigido por Ataseven se centró exclusivamente en pacientes con cáncer de mama y ovario y añadió un análisis longitudinal realizando tres entrevistas separadas antes, durante y al final de su quimioterapia.
En cada entrevista, se presentaron a 141 pacientes con o sin tratamiento quimioterápico dos grupos de tarjetas con efectos secundarios físicos y no físicos. Las pacientes seleccionaron sus cinco síntomas más molestos en cada grupo y los clasificaron por importancia. De estos diez efectos secundarios principales, se les pidió seleccionar los cinco más significativos de ambos grupos y clasificarlos también.
"Lo que encontramos es que, por un lado, los efectos secundarios como náuseas y vómitos ya no son un problema importante para las pacientes, lo cual se puede explicar por el hecho de que la medicación moderna contra estos síntomas es muy eficaz. Por otra parte, la pérdida de pelo sigue siendo un problema persistente, sin resolver que afecta particularmente a los pacientes al inicio de su tratamiento --subraya Ataseven--. Con el paso del tiempo, los pacientes se acostumbran a esto, pero sus preocupaciones evolucionan y otros efectos secundarios se vuelven más significativos".
"Al observar las percepciones de los pacientes durante todo el curso de su quimioterapia, los efectos secundarios más difíciles a los que se enfrentan son los trastornos del sueño --que se hacen cada vez más importantes con el tiempo-- y la ansiedad acerca de los efectos de su enfermedad en su pareja o familia, una cuestión de las más importante", explica Ataseven.
"Como médicos, estos hallazgos podrían llevarnos a considerar posibles mejoras en las terapias de acompañamiento que ofrecemos a nuestros pacientes: Por ejemplo, las pastillas para dormir no eran hasta ahora una parte del régimen de rutina.
También habría que proporcionarles un fuerte apoyo psicológico para abordar las ansiedades sociales de los pacientes y las preocupaciones relacionadas con la familia", plantea.
