La terapia electroconvulsiva es segura y eficaz no solo para adultos, sino probablemente también para niños y adolescentes con enfermedades mentales graves como la depresión. Esta es una de las conclusiones de un estudio retrospectivo de 32 niños y adolescentes publicado recientemente en el Journal of ECT.
La terapia electroconvulsiva (TEC) es uno de los procedimientos más eficaces para tratar a los pacientes con trastornos depresivos y psicóticos graves. Sin embargo, en comparación con los adultos, los niños y adolescentes son tratados con este procedimiento con menos frecuencia. Esto podría deberse, entre otras cosas, a que, a diferencia de los adultos, no existen grandes estudios sobre la seguridad y eficacia de este método de tratamiento en niños y adolescentes.
Por ello, investigadores del Instituto Central de Salud Mental (ZI) de Mannheim y de las universidades de Göttingen y Rostock probaron la TEC en un estudio con 32 niños y adolescentes, todos ellos con enfermedades mentales graves. La medicación y la psicoterapia no habían mostrado ningún efecto sobre ellos. Los participantes tenían entre 12 y 17 años y fueron tratados en tres hospitales universitarios psiquiátricos de Alemania entre 2010 y 2020. El efecto de la TEC se evaluó con la Clinical Global Impression Severity Score (CGI-S) basada en las historias médicas electrónicas.
Tasa de respuesta de casi el 41% sin efectos secundarios graves
Según los autores, las puntuaciones de la CGI-S mejoraron significativamente después de la TEC (6,9 frente a 3,9, p < 0,01). Casi el 41 % de los pacientes respondió a la terapia (CGI ≤ 3); incluso casi el 22 % estuvo libre de síntomas o casi libre de síntomas después del tratamiento (CGI ≤ 2). Cinco pacientes informaron de efectos secundarios cognitivos subjetivos, dos pacientes tuvieron una convulsión prolongada, un paciente informó de dolores de cabeza, un paciente tuvo una reacción alérgica leve tras la anestesia con etomidato. Los autores informan de que no se produjeron efectos secundarios graves, dos tercios de los niños y adolescentes no tuvieron ningún efecto secundario.
"Nuestros datos subrayan que la TEC también es muy segura y eficaz en niños y adolescentes", afirma el doctor Sebastian Karl, médico del Departamento de Psiquiatría y Psicoterapia del Instituto Central de Salud Mental (ZI) y uno de los autores del estudio. "Sin embargo, necesitamos urgentemente grandes estudios controlados que examinen sistemáticamente la TEC en niños y adolescentes", dijo el psiquiatra en un comunicado del ZI.
Al analizar los datos, los investigadores observaron que la respuesta a la TEC estaba relacionada con el número de otros tratamientos que los enfermos habían recibido previamente. El número de terapias farmacológicas sin éxito en los 6 meses anteriores a la TEC se asoció significativamente con la respuesta (odds ratio 0,54; p= 0,028) y la remisión (odds ratio 0,31; p = 0,048). "Esto sugiere que los niños y adolescentes con enfermedades mentales graves podrían beneficiarse de la TEC en una fase más temprana del tratamiento", afirma el profesor Dr. Alexander Sartorius, médico jefe del grupo de Imagen Traslacional del ZI, en el comunicado.
"Sería deseable que más centros que las tres clínicas mencionadas en Alemania ofrecieran la TEC como opción de tratamiento para adolescentes con trastornos depresivos y psicóticos graves. Los tiempos de espera para recibir este tratamiento suelen ser muy largos y las distancias de desplazamiento apenas razonables para los padres y sus hijos gravemente enfermos", afirma el Dr. Boris Rothermel, también médico jefe del ZI.
Un análisis sistemático de estudios apoya la TEC en niños
La TEC para niños ha recibido recientemente el apoyo de un análisis sistemático publicado en Eur Child Adolesc Psychiatry. Se analizaron 41 estudios, 20 eran series de casos, 2 eran estudios de casos y controles y 19 eran informes de casos. Las tasas de respuesta global al tratamiento oscilaron entre el 51 % y el 92 % y los pacientes recibieron una media de 12 tratamientos. En los estudios con n > 30 las tasas de respuesta fueron del 70 al 82 % para la depresión y del 87 al 90 % para la manía. Siete ensayos utilizaron la prueba del Mini-Mental State y no se encontraron pruebas de un deterioro cognitivo significativo tras el tratamiento. La mayoría de los efectos secundarios fueron leves y transitorios. Se notificaron convulsiones tardías en cuatro (0,6 %) pacientes. En 11 (1,5 %) casos, la TEC se interrumpió prematuramente debido a los efectos secundarios. No se informó de ninguna muerte.
Según los autores, los datos sugieren que la TEC es segura y eficaz para el tratamiento de niños y adolescentes con trastornos del estado de ánimo y debería considerarse en casos graves y resistentes al tratamiento. Los autores subrayan que se necesitan estudios controlados de seguimiento a largo plazo para ampliar la base de pruebas.
